Abusos publicitarios

"Cada palo que aguante su vela". Si en nuestra sociedad de consumo la publicidad pretende ocupar un papel importante, no puede pretender eludir al mismo tiempo sus responsabilidades. En vano, pues, se quejarán algunos publicitarios, como estos días, ante las reacciones negativas de muchos ciudadanos y autoridades. Porque esa misma falta de responsabilidad que demuestra el modo en que hacen su protesta revela su "libertinaje" en la proliferación de anuncios inmorales que apelan a nuestros más bajos instintos, entendiendo esto como se debe: no sólo o preferentemente los de una sexualidad muy desviada (lo que habría que matizar mucho), sino también los que promueven un consumo egoísta que pasa por encima -con violencia moral o física- de las conveniencias e incluso de las más perentorias necesidades de los demás.Sin duda, en la reacción de ciudadanos o autoridades puede haber abusos; para eso están los tribunales, como también para juzgar los casos más extremos de abusos publicitarios.-