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Retirada preventiva

La Bolsa española pasó ayer de celebrar un inesperado buen resultado en Nueva York ante el aguante de Microsoft a dejarse llevar por el miedo a que en esta segunda ocasión las cosas no salieran igual. La subida de 7,37 puntos de la mañana, según el índice de Madrid, se convirtió en un descenso de 6,28 puntos al cierre, el 0,69% ante la apertura a la baja de la Bolsa norteamericana.Un factor a tener en cuenta en esta jornada fue la ausencia de referencias del mercado de deuda, que no abrió al ser festivo en Madrid. Si el día anterior la Bolsa disfrutó de un amplio margen de maniobra gracias a la subida en el precio de la deuda, ayer todo actuaba en contra de la renta variable y los inversores tuvieron que dar marcha atrás en sus decisiones.

Otro factor negativo en esta sesión estuvo en el mercado de divisas, en el que el euro volvía a sufrir un serio varapalo y caía hasta 1,0380 dólares, después de fijar un cambio oficial en 1,0424 dólares. En conjunto, todos los activos denominados en euros han entrado en una fase de volatilidad tras la decisión del BCE de subir los tipos de interés hasta el 3%, ya que no están nada claros sus efectos a medio plazo sobre la economía que se considera la locomotora de la UE, Alemania.

La contratación en el mercado continuo en esta sesión fue de 167.107 millones de pesetas efectivas, 1.007,34 millones de euros, esta vez con pocas aplicaciones, pero con la concentración habitual. Cinco valores negociaron el 65% del total del mercado.

La Bolsa de Nueva York perdió finalmente un 0,94% y cerró a 10.617 puntos. Un duro golpe que fue propiciado por la recogida de beneficios y la cautela previa a la reunión de la Reserva Federal, la próxima semana. Las grandes bolsas europeas se mantuvieron al alza, destacando el 0,96% que ganaba Londres. Francfort subía un 0,83% y París el 0,06%, a pesar de que también se vieron arrastradas por Nueva York.

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