La policía busca fuera de la región al hombre acusado de matar a cuchilladas a su compañera

La operación policial abierta para detener a Mustafá N., el hombre que, supuestamente, mató el sábado a su compañera en Carabanchel, seguía anoche sin dar resultado. El fugado, de 30 años, posiblemente había logrado, según la Jefatura Superior de Policía, burlar el cerco y salir de la capital. Ayer, los agentes le buscaban en otras zonas de España. Los familiares de la víctima reclamaron el cuerpo para repatriarlo a Marruecos, su tierra natal.

El crimen se produjo alrededor de la una de la tarde en la calle de Irlanda número 9 (Carabanchel). Mustafá N., de 30 años, mantuvo una discusión con su compañera sentimental, Rabia el Yemlahe, de 31 años. Cuando ésta intentó echarle del piso, Mustafá sacó un cuchillo de cocina y la asestó tres puñaladas. Rabia murió a los diez minutos.Su compañero sentimental huyó en un Audi azul. La policía, que había dispuesto un operativo de vigilancia, no había conseguido detenerle anoche, según un portavoz de la Jefatura Superior de Policía. Se habían distribuido órdenes de detención a todos los puestos fronterizos y se había enviado su descripción a todas las comisarías de España. La policía centra sus investigaciones en el coche. La vigilancia de los domicilios de amigos y de los lugares que frecuentaba Mustafá no había dado ayer ningún resultado positivo, según la policía.

Los familiares y amigos de la víctima se acercaron por la tarde al Instituto Anatómico Forense para reclamar el cuerpo, donde figuraba como "desconocida 1.691". Los dos hermanos de la fallecida tienen previsto instalar la capilla ardiente en la Mezquita de la M-30, tras lo cual se repatriará el cuerpo a Tánger (Marruecos). Rabia llegó a Madrid hace nueve años. Desde hacía cinco vivía en Carabanchel. Trabajaba como empleada de hogar. "Era persona con un carácter fenomenal. No era nada agresiva ni violenta. Se caracterizaba, ante todo, por ser muy pacífica y muy buena gente", señaló Michel.