Tardón: "La movida se convirtió en algo que incide de forma perversa en los menores"
La cuarta teniente de alcalde y responsable de Seguridad, María Tardón, afirmó ayer que la movida madrileña de inicios de los ochenta "se convirtió en algo que no se parece en nada a lo que fue la movida intelectual, que es un ambiente de degradación y que incide de forma perversa y negativa en la formación de los menores". A su juicio, se debe trabajar para controlar el gamberrismo y otras actitudes que se desarrollan en la noche madrileña, y que causan "auténticos estragos" a la ciudad, como son las pintadas y el deterioro del mobiliario urbano o de los monumentos. Tardón añadió que "lo que fue la movida no se parece a esto otro que ocurre ahora, que el Ayuntamiento trata de reprimir y reconducir". "Cuando a veces sale una voz diciendo que nos estamos cargando Madrid o que estamos matando la noche, eso no es justo ni legítimo", argumentó la ex juez Tardón. De la movida dijo que respondía a unos criterios de intelectualidad ácrata y rebelde, alentada por personas con formación vital y profesional "que les permitía hacer con su cuerpo y con sus vidas lo que querían". "Porque todos suponíamos que tenían suficiente sentido común para saber dónde tenían que ponerse los límites", explicó Tardón. Sin embargo, reconoció que en algunos casos estas personas "no supieron o no pudieron ponerse estos límites, o la mala suerte les llevó a asumir demasiados riesgos". "Somos personas que hemos vivido esa época y nos gusta la vida y pasárnoslo bien, y somos herederos de la cultura de vivir en la calle y vivir la noche, aunque durmamos menos", dijo la concejal.
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