Católicos y protestantes

El pasado lunes 1 de noviembre, las páginas de EL PAÍS se hacían eco del documento Declaración conjunta sobre la doctrina de la justificación, firmado en la ciudad alemana de Augsburgo por representantes de la Iglesia católico-romana y la Federación Luterana Mundial. Junto a esta importante noticia para la cristiandad se citaba el levantamiento por el Papa de la condena de excomunión a Martín Lutero. Sin lugar a duda, ambas noticias tienen una importancia trascendental tanto para la familia cristiana mundial como para la sociedad en general, aunque ésta no pertenezca a dicha forma de fe. Digo esto porque sin duda nuestro mundo ha sido testigo de las dramáticas consecuencias históricas que han tenido en los últimos 500 años la ruptura que se produjo cuando en esa misma ciudad de Augsburgo se conocía la excomunión de Lutero y de los luteranos, rechazándose de plano las tesis sobre "la justificación por la fe", entre otras.En nuestro país, las consecuencias de la ruptura religiosa se prolongaron desde el siglo XVI hasta mediado el siglo XX, cuando bajo la dictadura franquista se pretendió hacer de España la reserva espiritual de

Occidente, eliminando a la minoría religiosa protestante. Quizás en algún momento el Estado español nos sorprenda gratamente rehabilitando a los españoles, mujeres y hombres, injustamente acusados y sentenciados a causa de su fe.

Dicho esto, y teniendo en cuenta que sobre el pasado poco o nada podemos hacer, sí creo que es coherente preguntarnos por las consecuencias que para el presente y futuro puede tener tan plausible decisión eclesiástica.

Desde esta óptica, me asaltan algunas dudas: ¿significa la firma entre católicos y protestantes el reconocimiento tácito de la Iglesia cristiana como una realidad plural tanto en su estructura como en las formas de culto? ¿Significa este acuerdo que la única cabeza de la Iglesia universal es el mismo Cristo, reconociéndose unos a otros como hermanos, sin que ninguno de ellos pretenda la unicidad o la primacía sobre el otro? ¿Significa el levantamiento de la excomunión de Lutero que ahora hay plena comunión entre protestantes y católicos? En lo concreto, ¿pueden los protestantes comulgar en una iglesia católica y los católicos en una protestante? ¿Significa que a nivel del sacramento de la eucaristía no existe ya la exclusión?

En este momento desconozco si hay una respuesta; supongo que lo más fácil será esperar a que los teólogos y representantes de las iglesias sigan trabajando y puedan en un futuro no muy lejano ir dando respuesta a estas preguntas que se hacen muchos fieles de dichas confesiones.-