El concejal destituido en Barbate sustrae decenas de documentos oficiales

En la noche del jueves, pocas horas después de expulsar al delegado, Jesús López, el gobierno del PP en Barbate ordenó cambiar la cerradura del Área de Desarrollo Urbano. De poco sirvió. A las ocho y diez minutos de la mañana de ayer, cuando el despacho estaba abierto, el polémico promotor inmobiliario y concejal independiente se llevó en brazados hasta su coche cerca de 70 expedientes y diversa documentación sin que nadie le parara e, incluso, sonriendo.

"Vamos hombre, que desde mañana no me van a dejar ver ni un papel", le espetó López a un funcionario que puso una mínima resistencia a los viajes cargados de papeles del que fuera su jefe. Cuando se llevó todo lo que quiso de la oficina, firmó el decreto de su cese, se montó en su automóvil y se fue a tomar un café.En el Ayuntamiento, el primer teniente de alcalde, el popular Manuel Saval, y la también edil del PP, María del Carmen Bernal, aseguraban que López había firmado un papel en el que se detallaba qué documentos se había llevado. En efecto, lo hizo, pero lo chocante es que la lista registrada en el Área de Urbanismo estaba escrita de puño y letra por el propio López.

Cuando el equipo de gobierno del PP se dio cuenta de lo que realmente faltaba de los archivos -varios documentos relacionados con proyectos importantes o polémicos, como el de Monteenmedio o el instituto de la localidad, así como proyectos para reformar el plan urbanístico- se fue hasta la Guardia Civil y presentó una denuncia contra el concejal.

Saval insistía ayer que habían destituido a López, aún perdiendo la mayoría, "no porque hubiera hecho nada ilegal, pero para evitar que lo hiciera". En concreto, con la constitución de una empresa municipal de gestión del suelo.

Tras las elecciones municipales, el Partido Popular necesitó de los cuatro concejales del grupo independiente Adelma (López era el tercero de esta lista) para obtener la alcaldía. El precio del pacto fue que López se hiciera cargo de Urbanismo. A pesar de las voces críticas (incluso en el propio PP local), el secretario general popular, Javier Arenas, apoyó sin fisuras a este hombre, que llegó a afirmar que entraba en política "para ganar dinero" y que estuvo detrás del llamado caso Juan Guerra.