Todos los partidos piden la dimisión del alcalde de Pego por machista

Portavoces de todos los partidos representados en las Cortes Valencianas y el Ayuntamiento de Pego condenaron ayer las declaraciones sexistas vertidas por el alcalde, Carlos Pascual, y pidieron su dimisión. Interpelado sobre presuntas agresiones a una vecina de Pego en un pleno extraordinario, Pascual replicó: "Nunca pegaría a una mujer, aunque si estuviera buena le pegaría una buena vergá [en referencia al órgano sexual masculino]".

Representantes municipales del PSPV, el Bloc Nacionalista Valencià (BNV) y el PP, coincidieron ayer en calificar de "indignos" los comentarios machistas del alcalde, el independiente Carlos Pascual, y solicitaron al poder judicial que le inhabilite para ejercer el cargo.Pascual arrastra un largo expediente de bravuconadas, pero el pasado jueves se superó a sí mismo. Agustín Selfa, portavoz socialista, le recriminó que el pasado martes fuera denunciado por una vecina de Pego, de 64 años de edad, tras recibir supuestos insultos, amenazas y agresiones físicas de la primera autoridad municipal.

Pascual respondió con una salida de tono de claro contenido machista que ayer intentó matizar cuando explicó que no prentendía formular "un insulto, sino un halago". Y siguió: "Yo pegarle a una mujer no le pego. Como mucho, lo que haría, es lo que todo hombre quisiera hacer con una mujer joven y bonita". Para terminar: "A las mujeres creo que les debe gustar".

La respuesta fue unánime. "Es indignante que una persona que se atreve a hacer ese comentario nos represente", dijo Selfa. Ximo Tur, del BNV, instó al poder judicial a que inhabilite a Pascual para el ejercicio de un cargo público. "En Pego hace tiempo que se han roto las leyes de la democracia y hay una continuada vulneración de los derechos fundamentales", lamentó Tur.

Macarena Montesinos, portavoz del PP en la comisión de la Mujer en las Cortes, expresó "la más firme repulsa y rechazo de actitudes como las de este señor que menosprecian a las mujeres". "Parece irreal que a estas altura un cargo público pueda mostrar actitudes sexistas y vejatorias que sólo consiguen dejar en mal lugar a la clase política", añadió.

Marisa Bergaz, responsable del área de la mujer de Izquierda Unida, pidió la inmediata dimisión de Pascual y comentó: "Hombres como éste propician que los malos tratos imperen en este país. Nadie que ostente un cargo público puede violar el estado de derecho". Bergaz añadió: "Todas las mujeres y demócratas de este país deben trabajar para destituir a este señor como cargo público".

Francisco Romeu, de la dirección del PSPV, condenó la posición "rancia y anacrónica" de Pascual que evidencia su "incapacidad absoluta" para ejercer el cargo.

El aluvión de críticas, al que se sumaron agrupaciones de mujeres, como Tyrius, y profesionales, no hizo mella en el alcade de Pego, quien replicó en su tono habitual: "Que pidan lo que quieran, que yo haré lo que me salga de los cojones".

Pascual, que pertenecía a Unión Valenciana, se presentó a las pasadas elecciones municipales como cabeza de lista de una formación independiente y cosechó un tremendo respaldo: obtuvo 4.000 de los 6.300 votos emitidos en la población alicantina.

Pascual ha sido centro de varias polémicas en los últimos años. Destaca su particular guerra con la Generalitat Valenciana por las continuas agresiones a las que somete el municipio al parque natural del Marjal de Oliva-Pego, uno de los humedales protegidos más importantes de la Comunidad Valenciana.

La vecina de 64 años, que ha denunciado al alcalde por agresión es una de los 300 propietarios afectados por la reciente recalificación de una superficie de 400.000 metros cuadrados a los que el alcalde exige pagos millonarios por "cuotas de urbanización".