Acogida de inmigrantes

La modificación de la actual Ley de Extranjería está próxima. Tengo entendido que se van a reunir las administraciones del Estado y de las autonomías para el estudio de la importante problemática que encierra esta cuestión.A mí todo esto me parece muy bien, y, aunque no dudo de que estas cosas no se les escapan a nuestras competentes autoridades, me permito sugerir que no se limiten a considerar solamente la vertiente económica del asunto, ni ésta con la utilidad que representa como mano de obra, sino que piensen de una manera primordial en toda la complejidad que el tema lleva consigo: que se trata de personas, a veces de otras razas y culturas, pero personas que, por razones de subsistencia, tienen que alejarse de sus pueblos y separarse de sus familias para vivir en una sociedad totalmente desconocida.

Es evidente que no se les podrá evitar que se encuentren en un ambiente extraño, pero se podrá hacer que les sea menos insólito si se sienten comprendidos y acogidos. Para ello hace falta una gran carga por parte de todos, de los que estamos aquí y de los que vienen de otras tierras, de buena voluntad, de ganas de comprendernos, de solicitud y consideración de unos por otros, con un exquisito respeto a la libertad de cada uno, teniendo presente que el destino humano está por encima de culturas y civilizaciones. Confío en que quienes han de regular la situación la resuelvan bien, como han hecho con la atención sanitaria y la escolarización, y que los demás colaboremos con nuestra conducta.

Deseo de todo corazón que estos pensamientos, que están en el ánimo de tanta gente, se reflejen en nuestro país.-