El juez deja en libertad provisional al segundo imputado por el asesinato del camionero

Soledad Muñoz, la madre del niño que murió atropellado en Natzaret, abandonó ayer en libertad provisional sin fianza el Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia, al que acudió a declarar como imputada por el asesinato de Antonio Civantos, el camionero linchado en Valencia el pasado diciembre. Poco aclaró Muñoz -mujer del único encarcelado por la muerte del camionero, José Muñoz- sobre el crimen. La declarante se negó a contestar las preguntas del juez, Vicente Ríos; el fiscal, Julio Bruzón y los abogados de la acusación particular, Enrique Lozano y Carmen Peris. Sí explicó su versión de los hechos a petición de su letrado, Jaime Sanz de Bremond, a quien insistió en su inexistente relación con el fallecimiento del camionero. Muñoz ya había declarado en ese sentido en sus dos anteriores comparecencias.

"Lo único que hay contra Soledad Muñoz (...) es el hecho de que un delantal de los recogidos en su casa presente muestras de sangre, al parecer de Civantos", declaró el abogado a Efe. El juez, en cualquier caso, no atendió la petición de ninguna de la partes personadas en la causa para, manteniendo la imputación contra la madre del niño, dejarla en libertad provisional.