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PATRIMONIO

Comunidad rompe con el ministerio por discrepancias sobre la "momia" de Velázquez

Vicente G. Olaya

La comisión creada por la Comunidad y el Ministerio de Cultura para analizar los restos de las momias encontradas en el convento de San Plácido, y que supuestamente corresponden al pintor Diego Velázquez y a su esposa, ha dejado de funcionar. El viceconsejero de Patrimonio, Juan Carlos Doadrio, anunció ayer que la Comunidad se retira de este órgano ante la falta de cooperación del Ministerio de Cultura. La tensión entre las dos administraciones ha provocado que la Comunidad de Madrid se niegue a ratificar el acta de la última comisión.

La Comunidad de Madrid y el Ministerio de Cultura siempre han mantenido posturas divergentes sobre la ubicación de los restos de Diego de Silva y Velázquez. La Consejería de Educación apuesta por la posibilidad de que se hallen bajo el asfalto de la plaza de Ramales, donde se levantó hasta el siglo XIX la iglesia de San Juan. En una cripta de este templo, propiedad de Gaspar de Fuensalida, amigo del artista, se enterró al pintor en 1660. Por su parte, el ministerio se muestra más proclive a creer que se halla bajo un altar del convento de San Plácido, donde se encontraron recientemente dos cuerpos momificados sin identificar, el de un caballero del siglo XVII y el de una mujer, supuestamente Velázquez y su esposa, Juana Pacheco.Para acercar posiciones, Comunidad y ministerio formaron una comisión que determinase si los cuerpos hallados en San Plácido eran los esperados. El comité, que se ha reunido en escasas ocasiones, nunca ha hecho públicos grandes hallazgos.

Pero, a pesar de la creación de la comisión, la Comunidad siempre fue reacia a reconocer que esos restos pudieran corresponderse con los del artista. Sus técnicos daban una razón: ninguno de los documentos históricos analizados hasta la fecha avalaba la tesis de que el cadáver de Velázquez hubiera salido de San Juan hacia San Plácido. Por lo tanto, difícilmente descansarían en el cenobio. Los expertos de la Viceconsejería de Patrimonio llegaron incluso a buscar en los archivos eclesiásticos y del Palacio Real un legajo que apuntalase esa hipótesis. Pero nunca lo hallaron.

"En secreto"

Por su parte, los especialistas del ministerio desempolvaron viejos legajos que dejaban entrever la posibilidad -aunque remota- de que Velázquez fuese trasladado a San Plácido. Entre los documentos hallados por ellos destacaban dos: uno que recuerda que el padre de Gaspar de Fuensalida pagó la rehabilitación de San Plácido y otro que indicaba que, tras su muerte, en 1664, sus restos fueron trasladados "en secreto" al monasterio de San Antonio, en el municipio de La Cabrera. Posteriormente, y como una mera hipótesis, Velázquez, cuyo cuerpo había quedado abandonado en San Juan, sería llevado al convento de San Plácido.El pasado 22 de octubre, la comisión multidisciplinar encargada de estudiar los restos cadavéricos se reunió por última vez. Elaboró un acta que señalaba que "los especialistas que forman parte de la comisión valoran favorablemente la hipótesis" de que las dos momias del cenobio pudieran ser las de Velázquez y su esposa.

Se esgrimía como prueba la existencia de los documentos anteriormente citados. El acta especifica, además, que se hace necesario "retirar la mesa de altar que cubre los restos y analizarlos exhaustivamente y de forma pormenorizada".

Pero la Comunidad de Madrid se niega a firmar esta acta, ya que considera que "no existe ningún indicio racional" que sostenga la hipótesis de que Velázquez descanse en San Plácido. El viceconsejero de Patrimonio, Juan Carlos Doadrio, lo explicó ayer así: "Que el padre de Fuensalida restaurase San Plácido y que sus restos fueran trasladados desde San Juan al monasterio de La Cabrera no significa en absoluto que Velázquez esté en San Plácido. No es lícito argumentar que posteriormente, y en secreto, se llevó a cabo el traslado del pintor. Eso no es científico ni riguroso. El supuesto traslado del artista no aparece reflejado ni en el libro de entradas del convento, ni en el Palacio Real, ni en los archivos eclesiásticos. Diego Velázquez no era un perseguido al que hubiera que ocultar para que su exhumación se hiciese en secreto. Nosotros siempre hemos estado dispuestos a analizar los cuerpos. De hecho, hemos puesto a disposición de la comisión a uno de los mejores antropólogos forenses del mundo, el profesor Reverte, y a nuestros técnicos, pero para hacer las investigaciones de una manera racional y científica. Sólo para eso".

Juan Carlos Doadrio recuerda que el ministerio jamás ha respondido a las dos preguntas: ¿cómo es posible que los clavos del ataúd de la momia no estén oxidados si estuvo enterrada en San Juan (zona de una enorme humedad)?, y si Velázquez fue inhumado con botas, tal y como señalan los textos de la época, ¿cómo se explica que la momia de San Plácido lleve zapatos y medias?

Antonio Sánchez, uno de los técnicos designado por el Ministerio de Cultura para formar parte de la comisión, dio ayer respuesta a estas dos cuestiones. "No entiendo eso que argumenta la consejería de que los clavos no están oxidados. Yo, cuanto más los miró, con más óxido los veo. En lo que sí llevan razón es en que el cuerpo lleva zapatos, no botas. Pero eso puede deberse a una interpretación errónea de los que describieron el entierro de Velázquez", señaló el experto ministerial.

Sánchez mostró además su sorpresa por el anuncio de retirada de la Comunidad: "No entiendo nada. Hemos hecho un gran esfuerzo para dar una respuesta al misterio, y, cuando estábamos a punto de solucionarlo, la Comunidad se retira. ¿Por qué lo hacen ahora?". La Comunidad replica que no está dispuesta a perder más tiempo.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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