La policía detiene a un toxicómano por inyectarse en el altar de la Almudena

Un toxicómano se inyectó una dosis de heroína en el altar mayor de la catedral de la Almudena a media tarde del lunes, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía. Un feligrés le sorprendió en plena faena y le denunció a la policía. Javier A.M., de 33 años, se enfrentó a los agentes antes de ser detenido. La policía le acusa de delitos contra la libertad de conciencia y los sentimientos religiosos, así como de resistencia a la autoridad.El toxicómano entró en la catedral pasadas las cuatro de la tarde. Cruzó el templo y se subió al altar mayor. Se sentó y comenzó a sacar los utensilios necesarios para inyectarse una dosis de heroína: jeringuilla, papelina con la droga, cucharilla. Calentó el caballo y lo aspiró con la jeringuilla. Luego se remangó, se buscó una vena y se inyectó la dosis. Un feligrés le vio y avisó a la policía.

Dos agentes entraron al templo para detener al toxicómano. El drogodependiente se resistió, le pegó un puñetazo en la mandíbula a uno de los policías e intentó huir. Otros dos agentes municipales apoyaron a los policías nacionales. El toxicómano les amenazó con la jeringuilla, que tenía restos de sangre, siempre según la versión de la policía.

Los agentes lograron reducir al toxicómano. Un policía y el drogadicto fueron trasladados a un centro de salud por supuestas lesiones sufridas en el forcejeo. Los médicos calificaron como leves las heridas del agente. El toxicómano estaba ileso, según la versión policial. A la salida del centro sanitario, el detenido trató de huir. Echó a correr calle abajo, pero fue alcanzado por los policías, que le trasladaron a la comisaría del distrito de Centro.

Es la primera vez que ocurre un incidente de este tipo en la catedral de la Almudena, según informó ayer una empleada del templo. "Ni siquiera es normal ver a drogadictos por las inmediaciones de la catedral", explicó.