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RUGBY Semifinales de la Copa del Mundo

Enorme espectáculo

Australia, primer finalista tras derrotar a Suráfrica en un partido sin ensayos, pero espléndido de matices, defensas y astucias

Australia necesitó la prórroga y todos sus recursos para ganar a Suráfrica la gran semifinal del Sur. Twickenham, el templo sagrado londinense, fue el escenario de un partido sin ensayos, pero espléndido de matices, defensas y astucias, en el que los Wallabies vencieron por 27-21 con todo merecimiento. Ganaron la partida de estar en el campo rival para aprovechar las transformaciones de los golpes de castigo y los drop (boteprontos), y lo hicieron con un juego más variado y arriesgado, no sólo a base de patadas, sino con juego a la mano de los tres cuartos y de delantera, pese a ser menos pesado su paquete.Los Wallabies quizá pudieron ser finalistas ya antes de los 20 minutos de tiempo añadido, pero los Springboks se resistieron hasta el último aliento a ceder su título mundial y su imbatibilidad tras 10 partidos. Perdían por 18-12 al borde de los primeros 80 minutos, pero con una sangre fría enorme decidieron tirar a palos un primer golpe de castigo y sumar tres puntos, en lugar de intentar el ensayo que les hubiera podido dar siete y la victoria. Era un gran riesgo buscar otro golpe que les diera el empate y llegar a la prórroga en el escaso tiempo de descuento que quedaba, pero sabían también que ensayar ante la defensa australiana era casi un imposible. Y les salió bien gracias a su excelente pateador De Beer. El 18-18 no pareció ya justo para Australia, pero la astucia tuvo su premio provisional y engrandeció aún más el espectáculo.

Rehabilitación

Los dos equipos, sin olvidar del todo sus sistemas defensivos (más que la ofensiva Nueva Zelanda, por ejemplo, que hoy se enfrenta a Francia), se rehabilitaron tras las críticas por su anterior enfrentamiento de Ciudad del Cabo, en el que Suráfrica ganó por un mínimo 10-9. Ayer, el que más arriesgó e inventó ganó. Y curiosamente, el último destello, el decisivo, no fue esta vez del apertura surafricano, De Beer, que batió un récord en cuartos de final abrasando con sus drop a Inglaterra, sino del australiano Larkham, desde casi 50 metros (24-21). Eran ya los segundos 10 minutos de la prórroga. Los Springboks ya no se recuperaron. El genial medio melée Van der Westhuizen, que alternó jugadas espléndidas con errores graves, cometió el último al intentar sacar antes de tiempo el balón de la melée y Burke, el gran pateador wallabie, pasó su octavo y último golpe (27-21). Suráfrica había empezado la prórroga envalentonada, tras salvar su derrota en el último y milagroso instante, y forzó un nuevo golpe, el sexto y último que pasó De Beer. Se ponía incluso por primera vez delante en el marcador en todo el partido (18-21). Pero fue su canto del cisne. Australia sacó su garra, forzó otro golpe y Burke contestó con otra transformación (21-21) antes de la genialidad de Larkham.

Antes, tras dos golpes y drops fallados por ambos equipos, Australia estuvo siempre por delante (3-0, 6-0, 6-0, 6-3, 9-3, 9-6 y 12-6, en el descanso). De Beer también logró un drop, con el que había igualado el partido (12-12) a falta de media hora de la segunda parte. Sus primeros 10 minutos fueron realmente los únicos en que mandó Suráfrica. Después, y antes de la nueva y milagrosa igualada de De Beer, Burke había pasado otros dos golpes que parecían decisivos (18-12), fruto de la mejor definición australiana incluso con coladas a la mano del tres cuartos centro Horan espectaculares. Antes, tras dos golpes y drops fallados por ambos equipos, Australia estuvo siempre por delante (3-0, 6-0, 6-0, 6-3, 9-3, 9-6 y 12-6, en el descanso).

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