La policía disuelve a patadas otra 'sentada' de Falung Gong en Pekín
Decenas de seguidores de la secta budista Falun Gong, que cuenta con unos 90 millones de adeptos en China, Extremo Oriente y EEUU, y que fue prohibida en julio pasado por el Gobierno chino, burlaron ayer de nuevo los cordones de seguridad en la plaza de Tiananmen y se sentaron en la posición del loto bajo la bandera nacional frente a la Asamblea Nacional Popular, hasta que la policía los redujo a patadas.
Los manifestantes, que permanecieron en silencio durante la protesta, imitaron inmóviles a los bonzos de la guerra de Vietnam y desafiaron a la policía, que perdió los nervios y les introdujo, arrastrándoles del pelo, en los vehículos apostados en la plaza.La sentada de ayer ante la Asamblea Nacional, que debatía una proposición de ley para prohibir los "cultos heréticos" en China, ha elevado la tensión en Pekín, donde ya empiezan a escucharse a cualquier hora del día las sirenas de los vehículos policiales.
El despliegue de las fuerzas de seguridad en Tiananmen abarcaba la zona de los alrededores, donde decenas de vehículos se encuentraban camuflados entre los arbustos y parques para entrar en acción a la primera señal de alarma.
Portavoces de Falun Gong calculan que decenas de miles de ciudadanos de las provincias vecinas a Pekín se han trasladado estos días a la capital para defenderse de la acusación del Gobierno, que les tacha de practicar un "culto satánico".
Los seguidores de la secta budista llegaron en la madrugada de ayer a Tiananmen con máquinas fotográficas al hombro para camuflarse como turistas y lograron hacer sus ejercicios de meditación a escasos metros de la policía.
Un grupo de mujeres se acercó al mástil donde todas las mañanas es izada la bandera nacional, y se sentaron en el suelo en la postura con la que se dice que Buda alcanzó la iluminación. Tras observar la sentada con ojos incrédulos, agentes de la policía las sacaron a la fuerza del lugar.
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