Antich dice que no se puede construir el futuro sin abandonar la intransigencia cultural y política

El presidente del Gobierno de las Islas Baleares, Francesc Antich, aseguró ayer que "sólo se puede construir el futuro si se deja de lado la intransigencia" cultural y política. El presidente balear cerró anoche el programa de actos de los Premis Octubre con una conferencia sobre el Pacto del Cambio en las Islas Baleares en la Universidad de Valencia, a la que asistieron un buen número de dirigentes políticos de la izquierda valenciana. Francesc Antich evitó en los pasillos opinar sobre la política valenciana, aunque mostró su intención de fortalecer los vínculos entre las dos sociedades.

El presidente balear insistió en su intervención ante el nutrido auditorio en que el Pacto de Progreso alcanzado en las islas "no es fruto de la coyuntura", sino un "proceso histórico iniciado hace tiempo en las cuatro islas" que integran la autonomía. "Ninguna de las islas ha querido quedar fuera" de un pacto que, a su entender, inicia un "nuevo ciclo histórico en las islas". El auditorio de Francesc Antich asistió con atención a la conferencia. Estaba representada, prácticamente, toda la izquierda. Por el PSPV, su gestora con Empar Navarro al frente acompañada de Baltasar Vives, Enric Luján y Víctor Fuentes, entre otros. Joan Lerma, Joan Ignasi Pla, Joan Romero, Vicent Garcés, Carmen Alborch y Ana Noguera, también asistieron. Por Esquerra Unida, Glòria Marcos, Pasqual Mollà y Dolors Pérez encabezaban una nutrida representación. Por Nova Esquerra, su dirigente Josep Albert Mestre, que coincidió en el auditorio con Albert Taberner. Representando al Bloc Nacionalista Valencià, Pere Mayor. El resto de partidos minoritarios de la izquierda también estuvo representado. Todos ellos, junto a representantes académicos y sociales de organizaciones progresistas asistieron atentos a una experiencia por ahora difícil de extrapolar a la Comunidad Valenciana.Francesc Antich explicó a su auditorio que "la credibilidad ha sido una pieza decisiva en el cambio" y recalcó que sólo se puede construir el futuro si se deja de lado la intolerancia. El presidente balear argumentó que tras 16 años de gobierno del Partido Popular la sociedad de las islas había acabado por constatar que era un modelo agotado.

Para el presidente del Gobierno balear, "la derecha de siempre, la que en afortunada expresión de Joan Fuster gobernaba desde el paleolítico, acabaría por llevar a las Islas Baleares a una vía muerta y a una situación poco menos que irreversible". Francesc Antich insistió en que "el mercado no puede jubilar a la política" y manifestó que el Pacto de Progreso se caracteriza por una fuerte "irrupción de las políticas de medio ambiente, una mayor participación de la sociedad en asuntos públicos y el respeto a la pluralidad y la diversidad".

Según el dirigente balear, el cambio había supuesto el pasar del lema "De todo, más" al "De todo, mejor". El presidente de las islas reconoció que las Baleares tienen "una economía volcada cada vez más sobre el turismo con tendencia a borrar otros sectores" y un consumo imparable de los recursos naturales. Francesc Antich argumentó que los gobiernos del PP habían construido un país de dos velocidades, en los que "gran parte de la población no participa" de los beneficios del turismo. Por eso, el presidente balear manifestó que la protección del medio ambiente se había convertido en una prioridad para el Pacto de Progreso.

Según el jefe del Ejecutivo balear, los gobiernos conservadores habían utilizado los presupuestos públicos para "estructurar y financiar un simulacro de sociedad civil y transformarla en una máquina electoral de signo clientelista". "Un proyecto de país no se construye con un decreto del gobierno, sino ofreciendo canales de participación", sentenció Antich.

Antich manifestó que el Pacto de Progreso no iba contra nadie, pero que cuando quien no te ha tenido nunca en cuenta te busca para gobernar lo lógico es que no encuentre apoyo.