Mejorar la memoria
El pasado día 12 murió asesinado en Suecia un militante de la anarcosindicalista Sveringes Arbetares Centralorganisation (SAC), a manos de un grupo nazi. Había cometido la imprudencia de denunciar que en la sección sindical de la LO (sindicato socialdemócrata, mayoritario) se había infiltrado un nazi. La cuadrilla de matones nazis no le perdonó esta afrenta, que les dejó con el culo al aire. Lo mataron. Ya digo que fue una imprudencia, igual que es una imprudencia ser negro, homosexual, judío, anarquista o puede que hasta zurdo. Básicamente es una afrenta no aceptar la supremacía de unos cuantos sobre el resto de míseros ciudadanos.Oponerse a estos individuos comienza a ser peligroso; antes lo llevaban con menos descaro, el recuerdo de sus atrocidades les recomendaba ser discretos; ahoya que parece que el olvido se ha hecho sobre todos, por no recordar no nos acordamos ni por qué existen y mucho menos para quién, comienzan a envalentonarse. Cada día que pasa, el fascismo avanza. Un día, aceptando no hablar de la dictadura (no la de Chile, ojo); al siguiente, aceptando que los señoritos contraten en la plaza del pueblo (ETT); al otro, aceptando que más vale niño iraquí muerto de hambre por el bloqueo que el barril de petróleo a 21 dólares (agosto 1990); un poquito más en el camino y montamos una guerra en Somalia a la que llega primero la tele para que sea interesante.
Debemos recuperar la memoria histórica. Si dejamos ese hueco en nuestro intelecto, otros que viven para vaciárnoslo del todo lo rellenarán... de odio. No pasarán.- . .
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