Una asignatura pendiente que cuesta más de dos billones de pesetas al año

La siniestralidad en los centros de trabajo es la gran asignatura pendiente del mercado laboral español. El elevado número de accidentes provoca que, año tras año, España esté a la cabeza de los países de la Unión Europea en este tipo de siniestros. Y es que cada año mueren por accidente laboral más de 1.000 personas.Un lamentable récord en pérdida de vidas humanas y en siniestros que provocan graves lesiones a los trabajadores, pero que tienen un elevado coste económico. Cada año supone un gasto de dos billones de pesetas entre la asistencia sanitaria, las prestaciones económicas y las bajas que provocan. Un coste, primero humano y después económico, que las leyes y los planes de choque puestos en marcha no han logrado atenuar.

Los sindicatos creen que el origen de esa elevada siniestralidad es el incumplimiento generalizado por parte de los empresarios de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, y así lo planteó en la reunión celebrada la semana pasada con el ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, y los responsables de salud laboral de las comunidades autónomas. También exigió que la Inspección de Trabajo incremente su actividad y la calidad de sus acciones para vigilar la aplicación de la norma.

De ese encuentro salió como conclusión que Trabajo centrará su vigilancia en 30.000 empresas que reúnen el 50% de los accidentes laborales que se producen cada año.