Almunia advierte a Aznar de que no tiene el mandato de la sociedad para negociar la democracia con ETA

El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, advirtió ayer al presidente del Gobierno, José María Aznar, de que la sociedad no le ha dado el mandato para negociar la democracia con los terroristas. Almunia calificó de "positivo" que ETA quiera hablar, pero matizó que "hay que ser realista y los términos en que dice que quiere hablar llevan al escepticismo". El dirigente socialista indicó también que espera mantener un contacto inmediato con Aznar, aunque le adelantó que, "si considera que hay que volver a reunirse con ETA, que lo haga, pero para conseguir la paz".

"Hablar siempre es positivo. El diálogo siempre es necesario para avanzar hacia la paz", declaró ayer Joaquín Almunia, candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, en un acto de los socialistas en el Palacio Euskalduna, de Bilbao, con ocasión del vigésimo aniversario del Estatuto vasco. Al mismo asistió Consuelo, hermana de Gregorio Ordóñez, dirigente guipuzcoano del PP asesinado por ETA en 1995, que fue recibida con una intensa ovación. También participaron el escultor Agustín Ibarrola, el profesor de la Universidad Pública vasca Txema Portillo y la pacifista Cristina Cuesta. Almunia animó al presidente del Gobierno, José María Aznar, a mantener un nuevo contacto con ETA si considera que existen las condiciones para ello e indicó que dónde se reúnan o quiénes sean los interlocutores son cuestiones que corresponde determinar a ambas partes. Sin embargo, Almunia dejó muy claro que "el guión" de las conversaciones "no es ilimitado, ya que hay cosas que no pueden estar encima" de la mesa, como las cuestiones políticas. En cualquier caso, el líder socialista se mostró molesto porque, según él, da la impresión de que ETA quiere ensombrecer el vigésimo aniversario del Estatuto con su comunicado. En cuanto al anuncio de los nacionalistas de presentar un proyecto soberanista, Almunia les lanzó un doble mensaje: de firmeza, con el Estatuto "como expresión de la libre decisión de los vascos", pero de flexibilidad a la hora de cambiar de marco, siempre que se haga mediante los mecanismos previstos en su articulado y en el de la Constitución. Para él, la autodeterminación es un mito y un "serio riesgo" en una sociedad constituida, porque, dijo, "es utilizada por quienes no creen en los instrumentos básicos". En Vitoria, unos 50 miembros de las Juventudes del PP leyeron el Estatuto ante el palacio de Ajuria Enea, la residencia del lehendakari, Juan José Ibarretxe. Cada uno de los 50 jóvenes leyó un artículo. La disposición adicional, invocada por los nacionalistas y que permite su modificación, fue leída por su presidente, Iñaki Ortega.