Artefactos contra una sede socialista

Varios desconocidos provocaron ayer daños materiales por valor de unos cuatro millones de pesetas en la Casa del Pueblo de Amorebieta (Vizcaya), al incendiar con botellas de gasolina el interior del local. El ataque se produjo a las cinco menos veinte de la madrugada, cuando varias personas levantaron la persiana de la Casa del Pueblo situada en la calle de Unamuno y tras romper el cristal arrojaron varias botellas con líquido inflamable. Aunque la sede socialista está ubicada en los bajos de un edificio de viviendas, la actuación de la Ertzaintza y de los bomberos impidió que el fuego afectara al bloque, y se produjeran daños personales.

Éste es el segundo ataque en lo que va de año contra intereses del Partido Socialista de Euskadi. El pasado seis de marzo varios desconocidos calcinaron el coche de un concejal del PSE de la localidad.

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Todos los partidos políticos, menos HB, condenaron ayer el ataque a la sede socialista. "Tal vez ahora los violentos se sienten envalentonados ante la actitud ambigua y claudicante del nacionalismo moderado", declaró el secretario general del PSE, Nicolás Redondo.

Para el PNV, este tipo de actos son absolutamente rechazables y condenables.

El presidente de la ejecutiva del PNV de Vizcaya, Javier Atutxa, declaró ayer que "será muy difícil abordar y profundizar en el proceso de pacificación hasta que definitivamente no se acaben este tipo de hechos".

El vicesecretario general de EA, Rafael Larreina, explicó que "los autores de estos actos van contra la nueva dinámica del nacionalismo".

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