3.000 jóvenes recorren Valencia en defensa del movimiento "okupa" La marcha duró más de tres horas y acabó con una ocupación
El movimiento okupa de Valencia hizo una demostración de fuerza en la tarde de ayer. La manifestación de protesta contra la actuación policial el pasado fin de semana durante la ocupación del teatro Princesa, que se saldó con la muerte de un okupa y 52 detenidos, fue respaldada por 3.000 jóvenes que participaron en una de las marchas más largas que se recuerdan. La marcha recorrió de forma pacífica más de cuatro kilómetros durante tres horas, y acabó con la ocupación de una finca abandonada.
La marcha, que no estaba autorizada, partió de las Torres de Serranos y contó con respaldo de las asociaciones vecinales del casco antiguo. La protesta estuvo marcada por su pretendida anarquía, ya que no había dirigentes en cabeza, ni itinerario conocido, ni pancarta principal, ni lectura de manifiestos. En cambio, sí fue atípica la ausencia de policía uniformada, para evitar posibles incidentes.Era la primera vez que se celebraba en Valencia una protesta okupa sin un fuerte dispositivo policial y lo aprovecharon: durante más de tres horas los jóvenes recorrieron a sus anchas las calzadas de las céntricas calles de la ronda interior de la ciudad. De vez en cuando alguna sentada al grito de "Policía, qui no segui (policía el que no se siente)". Ante la ausencia de agentes, los periodistas fueron blanco de reproches.
Al llegar a la Delegación del Gobierno se crispó el ambiente, con pitadas y gritos de "Cepeda, feixista", y el guardia que custodiaba la entrada se refugió, cerrando el portón. La fachada quedó redecorada con pintadas del tipo "Okupa tú también" o "La Policía tortura y asesina". El cuartel general de la Fuerza de Maniobra tampoco se libró del graffiti.
Varios manifestantes repartían panfletos a todos los peatones que les salían a su paso.Los incidentes se limitaron a las pintadas, roturas en una cabina telefónica y varios contenedores volcados.
Tras dos horas de caminata por la ronda interior, a las 21.00 se detuvieron junto al número 144 de la calle de Guillem de Castro, una finca abandonada de tres plantas que tiempo atrás había sido ocupada y rebautizada como La Casa del Riu. Allí, rompieron la tapia que cegaba la puerta, desplegaron una pancarta y la ocuparon durante más de una hora. Aunque para entonces la mayoría de los participantes había dado por finalizada la marcha, que culminó pasadas las diez de la noche.
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