Tablas

Las bolsas hicieron bueno aquello de que después de las tempestades llega la calma, dicho popular que, en el fondo, constituye la base del comportamiento técnico de los mercados.Nueva York olvidó con un alza de 172,60 puntos (1,68%) los problemas puntuales de IBM y festejó el haber superado la fecha del 19 de octubre sin grandes quebrantos, pero para entonces ya los mercados europeos habían decidido dar por concluido el asunto del crash de octubre y estaban en plena fase de recuperación.

El mercado español aprovechó el tirón para zanjar el problema creado a los pequeños accionistas con la fusión del BBV y Argentaria. Las explicaciones de los presidentes respectivos, en las que asumían que la cosa no estaba suficientemente aclarada, pero que todo se andará, han sido argumento suficiente para los analistas y el papel ha dejado de fluir, aunque ello no ha supuesto una recuperación de las cotizaciones en términos parecidos a los del descenso del día anterior.

Una buena parte de la tranquilidad que ayer se respiraba en la Bolsa estaba provocada por la evolución de los precios de la deuda en los dos últimos días, y que en la jornada del jueves nadie estaba en condiciones de valorar. La rentabilidad de la deuda a 10 años ha caído en dos días nueve centésimas ante la negativa del BCE de subir los tipos de interés. Tras conocerse esa decisión, hubo un primer intento de trasladar la subida de tipos al mes de noviembre, pero ayer las posturas a favor de esa subida de tipos cedían terreno en favor de los que piensan que habrá que esperar al año próximo.

El euro también inició una corrección a la baja como consecuencia del mantenimiento de los tipos de interés, y la cotización oficial frente al dólar era de 1,0758, aunque a última hora de la tarde, la moneda estadounidense había subido hasta 1,0660 por euro.

Al final, las tensiones de esta semana se han diluido y la Bolsa consigue cerrar con una pérdida de sólo el 0,15% sobre el viernes anterior.