Crónica de un sainete
El teatro Principal de Castellón tendría que haber sido inaugurado ayer con la obra de Urs Widmer Top Dogs, dirigida por Mario Gas. Hoy, el teatro sigue cerrado y en obras, por lo que, en teoría, las adjudicatarias sufrirán una penalización. Sin embargo, el problema no es sólo el retraso en la reapertura, sino que todavía se desconoce cuál será la fecha elegida y el espectáculo con el que se volverá a abrir el telón del teatro más importante de La Plana, cuya compra y remodelación se incluye en el Proyecto Cultural de Castellón.Tanto el proyecto de adquisición como el de rehabilitación del teatro, situado en la céntrica plaza de la Paz, fue aplaudido de forma casi unánime, al margen de los precios. La idea inicial del nuevo espíritu con el que se iba a dotar a este espacio levantó la curiosidad y la esperanza de muchos castellonenses y alimentó el deseo de una programación cultural reclamada hace tiempo. Sin embargo, parece que todo comienza a truncarse.
En un primer momento se dijo que, pese a haber anunciado la fecha de inauguración, la agenda del presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, no contemplaba el evento. Después se añadió la necesidad de realizar unos pequeños ajustes en las obras ejecutadas en el Principal, que, por fin, ha sido acondicionado conforme a todas las normativas.
Uno de los "pequeños" ajustes de última hora se refiere a la iluminación. Se detectaron dos "desajustes". El primero se refería al espacio físico en el que había de instalarse el técnico de iluminación: en el escenario, desde donde difícilmente se puede comprobar la buena marcha, funcionamiento y colocación de los focos. El segundo tiene mayor complejidad puesto que, al parecer, no se ha previsto una iluminación central del escenario. La ubicación del técnico de sonido también ha tenido sus más y sus menos, puesto que, en un principio, se pensó que éste podría estar instalado en una especie de "pecera" o "urna", ajena al sonido exterior y conectada por un altavoz, desde la que también hubiera sido complicado el trabajo.
El caso del patio de butacas es todavía más curioso. Se diseñó sin pasillo central, tratando de recordar, así, antiguos teatros italianos. Los posibles motivos de seguridad o incomodidad de los asistentes no valieron para variar este diseño que, sin embargo, sí se vio alterado por otro planteamiento. Los responsables del Proyecto Cultural decidieron que dos butacas de cada fila habían de ser extraíbles con el objeto de que pudiera habilitarse un pasillo central cuando el evento programado se refiriera a la presentación de reinas de las fiestas, la Na Violant d"Hongria (personaje de las fiestas de la Magdalena) o semejantes.
El último anuncio "oficioso" de la inauguración señalaba el día 11 de noviembre y al violonchelista Mstislav Rostropóvich. Es decir, que los responsables del Principal (los del Proyecto Cultural) optaban por inaugurarlo con una actividad que poco o nada tiene que ver con el teatro o las artes escénicas, tan necesitadas de promoción en Castellón. El concierto, además, tenía un único día de programación con lo que los ciudadanos a duras penas podrían optar a una entrada, dados los previsibles compromisos de Generalitat, Proyecto Cultural, Diputación y Ayuntamiento de Castellón.
Sin embargo, parece que esta posibilidad empieza a "perder peso" y, por ahora, lo único que se ha anunciado, por parte del concejal de Cultural, Miguel Ángel Mulet, es que el Principal acogerá cuatro conciertos de la banda municipal, la representación del tradicional Betlem de la Pigà y el certamen de teatro de aficionados. Es decir, lo mismo que hasta ahora, pero con la cara del teatro lavada.
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