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Nadal prefiere que su juicio por corrupción siga en el Supremo

"Yo preferiría que el asunto se quedara en el Supremo". El alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal, rechaza así las acusaciones de haberse presentado a las elecciones autonómicas para evitar o dilatar las dos causas por corrupción que se siguen contra él en el Tribunal Supremo, debido a que era diputado en el Congreso. El Supremo deberá inhibirse cuando Nadal se acredite en el Parlament y los dos casos de corrupción pasarán al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).

Nadal considera que la dilación que se puede producir al repetir todo el proceso no le beneficia: "El daño no ha sido político, eso lo atestiguan los resultados electorales, pero sí personal". El alcalde obtendrá sus credenciales de parlamentario el próximo día 5 de noviembre. Pese a los deseos de su cliente, el abogado de Nadal, Cristóbal Martell, explicó que inmediatamente después, remitirá al juez instructor de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Enrique Bacigalupo, sus nuevas credenciales, mediante las que instará a la alta instancia a inhibirse. El Supremo tendrá entonces 15 días para remitir la causa a la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Cataluña. El alcalde ha explicado que su voluntad es no mover la causa del Supremo, "que es el que ha comenzado la instrucción", para evitar una repetición del proceso iniciado en Madrid este año, aunque en los juzgados de Tarragona son causas que se han investigado durante los últimos cinco años.

Martell confía en una mayor celeridad por parte del nuevo tribunal, que tendrá que designar un nuevo instructor, "dado que el Superior soporta menor presión de causas". La investigación de los casos de presunta prevaricación y tráfico de influencias ha sido realizada en los últimos dos años por la fiscalía anticorrupción; por ello, ante el Supremo actuó como acusador Carlos Jiménez Villarejo. En el traspaso de las diligencias al TSJC, el asunto continuará siendo competencia de anticorrupción y, con toda probabilidad, de la persona destacada en Cataluña, Carlos Ramos.

El abogado desconoce cuál será la decisión del magistrado. Puede optar por dar por buena la tarea realizada por el Supremo y que, entre otras, decretó la acumulación de las dos causas que investigaba. Ambas tienen en común el haber supuestamente beneficiado a allegados del alcalde o al propio alcalde mediante actuaciones urbanísticas irregulares.

En caso de que el nuevo instructor del caso decida reiniciar el proceso -tiene absoluta libertad de criterio al respecto, según la fiscalía de Tarragona-, no se descarta que los abogados del alcalde renueven su petición de archivo de la causa. En caso de que su petición sea igualmente denegada, la defensa de Nadal no se opondrá a la acumulación de los dos casos, por entender que ello favorece a una resolución más rápida de los mismos.

Casos unidos

El Tribunal Supremo decidió unir el caso del lavacoches y el dels pallaresos. El primero de ellos acusa a Joan Miquel Nadal de haber intercedido ante la comisión de Urbanismo de la Generalitat para que revocara una decisión negativa que impedía a un amigo suyo, el también abogado Jordi Salvà, la apertura de un negocio de lavado de coches en Torreforta. Salvà y Nadal habían compartido accionariado en la empresa Palestra Latina, titular del negocio.

El caso dels Pallaresos supone la intervención del Ayuntamiento de Tarragona para permitir la conexión del alcantarillado de una urbanización de la población vecina Dels Pallaresos al de la ciudad. Entre el accionariado de la urbanización favorecida por la decisión urbanística figura la mujer del alcalde, Julia Abad, que cuando testificó ante el juzgado de Tarragona, corroboró que su participación en el accionariado había sido realizada a instancias de su marido.

La última acción realizada por el Tribunal Supremo ha sido la de exhortar a la fiscalía a la imputación del delegado de la Comisión de Urbanismo, Joan Llort, cuando concurrió como testigo de la defensa. Bacigalupo interrumpió su comparecencia para posibilitar que Llort se presentara acompañado de su abogado.

El alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal, ha reiterado en numerosas ocasiones la situación de indefensión padecida durante los cinco años que ha durado el proceso, dado que nunca ha podido explicar su versión de los hechos y ha denunciado que ni tan siquiera en los juzgados ha podido presentar un solo escrito, por lo que su condición de aforado, más que posibilitar un privilegio, ha resultado un perjuicio.

La fiscalía de Tarragona ha decidido derivar al Supremo esta misma semana una denuncia contra Nadal interpuesta por una asociación ecologista por haber permitido la representación de la ópera Carmen en la plaza de toros de la ciudad, en el transcurso de la cual se rejoneó a un novillo.

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