El arte de vender fantasía
El Palacio de Congresos y Exposiciones acoge tres prototipos del diseñador italiano Giugiaro
El Salón del Automovil renueva, en su quinta edición, su apuesta por mostrar una de las facetas más atractivas de la industria: el diseño. Pero, si el año pasado la organización trajo los modelos a escala de los alumnos de la Escuela de Diseño Industrial de Valencia, en esta ocasión trae parte de la obra real de un maestro, el italiano Giorgio Giugiaro. Tres vanguardistas prototipos salidos, en los últimos años, de su fábrica de ideas Italdesign se ubicarán bajo la cúpula del Palacio de Congresos y Exposiciones. Todas las miradas se concentrarán en estas creaciones.Pininfarina, Bertone y Giugiaro forman el trío de ases del diseño italiano. Pero ninguno como el fundador de Italdesign para traducir ideas al límite de lo imposible en números: beneficios, producción, ventas, son conceptos asociados a la fantasía de este carrocista nacido en el seno de una familia de pintores y músicos hace 61 años. "Sólo diseño lo que me gustaría comprar" repite en sus entrevistas. 140 modelos llevan su firma, de los que 75 han entrado en producción y la propia empresa calcula que cerca de 30 millones de vehículos esbozados en Italdesign circulan en carreteras de todo el mundo.
Giugiaro entró en el Centro de Estilo de Fiat con sólo 17 años tras presentar unos dibujos al diseñador del Fiat 600, Dante Giacosa. Tras un acelerado periodo de aprendizaje de la mano de Bertone, trabajó unos año en la competencia (asumió la dirección de diseño de Ghia) hasta que en 1968 creó su propia empresa.
El Bizarrini Manta fue su primer prototipo y el Alfasud, su primer diseño que entró en producción en serie. El Fiat Panda, el Volkswagen Passat, el Lotus Sprit, el Volkswagen Golf, el Lancia Delta o el Renault 19 son algunas de sus creaciones que más impacto han tenido en el mercado. Con la española Seat (primero incluida en Fiat y ahora en Volkswagen) ha tenido una estrecha relación: el Ibiza, el Málaga, el Toledo y el Córdoba salieron de sus ordenadores.
Las ideas de Giorgio Giugiaro abarcan todo el mundo del automóvil. Hace años propuso la construcción de un vehículo simple para crear una flota de uso colectivo (alquilado por horas con tarjetas de crédito) en las grandes ciudades.
Taxi para Nueva York
También ideó un modelo de taxi urbano para Nueva York y la Machimoto (a medio camino entre motos y coches), pero ninguno de sus proyectos para mitigar el tráfico urbano ha cuajado. "Harían falta decisiones políticas de alto rango", explicaba en otra entrevista concedida hace tres años.
Giugiaro defiende que los detalles interiores hacen tanto como las formas de la carrocería y aboga por un producto integral, en el que la mecánica, aunque no se vea, mantiene los exigentes criterios de calidad.
Los modelos que mostrará estos días el Salón de Sevilla pertenecen a la primera fase del proceso creativo de la factoría Giugiaro. En ellos ha tenido mucha mano el heredero de la saga, Fabrizio Giugiaro, de 33 años. De hecho, el Alfa Romeo Scighera (con un motor de 400 caballos de potencia) que podrá verse bajo la cúpula del Palacio es obra suya. También intervino en el diseño de los otros dos modelos expuestos el Nazca C2, que BMW producirá, con ligeras variaciones proximamente y en Lamborghini Calá. Los prototipos de Giugiaro (estos aceleran de 0 a 100 kilómetros por hora en poco más de 4 segundos) siempre llegan a los salones con muchos kilómetros rodados en circuitos privados de velocidad; es el sello de este diseñador italiano: fantasía preparada para salir a mercado.
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