Serra califica de "irresponsable" a Pujol por plantear unas nuevas elecciones si no es investido

La advertencia de Jordi Pujol sobre una nueva convocatoria electoral en caso de no poder formar gobierno tardó poco en ser replicada por el PSC. Mientras diversos dirigentes socialistas aseguraban que habría habido "un escándalo si eso lo hubiera dicho Maragall", el primer secretario del PSC, Narcís Serra, por medio de un comunicado afirmaba que las declaraciones efectuadas por Pujol constituyen una "grave irresponsabilidad" y confirman, "una vez más, que el actual presidente en funciones tiene una visión de Cataluña uniforme y cerrada, contraria a la voluntad expresada en la urnas".

El día de ayer se preveía tranquilo. Llegaban a su fin las agitadas declaraciones y contradeclaraciones que, desde el pasado domingo, han presidido las relaciones entre CiU y el PSC. La aparición de Pasqual Maragall en TVE el martes por la noche, donde subrayó que no niega la legitimidad de Pujol para ser presidente, había contribuido a poner paz entre ambas formaciones. Para redondearlo, el candidato socialista llamó al presidente de la Generalitat en funciones. Una llamada en que hubo cordialidad, pero no felicitaciones. Aunque fue una llamada de cortesía, al fin. "Yo no estoy dispuesto a entorpecer nada", afirmó en la Seu d"Urgell el líder del PSC, Pasqual Maragall, tras aceptar que "CiU tiene un diputado más". Maragall se mostró abierto y disponible a solucionar la "compleja situación" creada tras los resultados de las elecciones catalanas del domingo pasado.

Pero todo volvió agitarse cuando Pujol advirtió: "Si no encontrara apoyos para conseguir estos objetivos, deberíamos repetir las elecciones, y no creo que lo desee nadie". En un comunicado, Serra afirmó que las declaraciones efectuadas por Pujol "confirman, una vez más, que el actual presidente en funciones tiene una visión de Cataluña uniforme y cerrada, contraria a la voluntad que han expresado los ciudadanos en las últimas elecciones autonómicas". El dirigente socialista ha advertido también a Pujol de que considera "una grave irresponsabilidad que se plantee la posibilidad de repetir las elecciones porque es una posibilidad extrema que no desea el pueblo de Cataluña". "Los ciudadanos son mucho más maduros y saben que, por la vía del diálogo, se pueden encontrar soluciones y las propuestas de Pujol dan una salida triste, de continuismo, de falta absoluta de capacidad de impulsar un mandato legislativo". Serra reprocha a Convergència i Unió que, porque no hayan conseguido "los objetivos electorales que se habían planteado, ello no le autoriza a prescindir de la opinión de la mayoría de los ciudadanos", en referencia a que el candidato socialista, Pasqual Maragall, fue el más votado en las elecciones catalanas.

También crítico, pero en esta ocasión contra el Gobierno central, fue el secretario socialista de política autonómica, Ramón Jaúregui, quien señaló ayer que el presidente del Gobierno, José María Aznar, ha puesto los escaños conseguidos por el PP en las elecciones catalanas "a disposición" del líder de CiU, Jordi Pujol, "sólo a cambio de mantenerse en el poder". Jaúregui indicó que Aznar renuncia así a la defensa de sus posiciones en Cataluña, que son, "en muchos aspectos, antagónicas a las de CiU", como en el caso de la lengua. Así, Aznar está "hipotecando el proyecto nacional del PP para España a las exigencias que, como contrapartida, le plantee Pujol para mantenerse en el poder", según Jaúregui, quien consideró "insólito y esperpéntico" que alguien que "no tiene mayoría, ni es la primera fuerza política en el Parlamento de Cataluña, quiera ser presidente de la Generalitat", en alusión al candidato socialista, Pasqual Maragall. "Esperpéntico" es que el PP considere que ha cumplido sus objetivos cuando ha bajado cuatro puntos, ha perdido cinco escaños" y se se ha convertido en "cuasimarginal".

Preguntado por quién debe formar gobierno en Cataluña, el dirigente socialista reiteró que el PSOE reconoce la "legitimidad" de Pujol para "forjar mayorías que le permitan la gobernabilidad". Precisó, sin embargo, que los socialistas reivindican el "derecho" de Maragall, cuya coalición tiene un escaño menos que CiU, pero más votos, para poder ser "alternativa" para la formación de un gobierno estable en Cataluña.