Detenido un hombre acusado de matar a su mujer al tirarla de un séptimo piso en Valencia

José Francisco Ll. E., de 41 años, fue detenido en la tarde de ayer por la Policía acusado de acabar con la vida de su mujer, Josefa P. S., de 38, unos minutos antes al arrojarla por el balcón de un séptimo piso en Valencia. Diversos testigos oyeron a la víctima implorar auxilio antes de caer al vacío. La finca aún se encontraba en obras, al igual que la calle de Pepita Samper, en la que está ubicada. Fuentes del caso detallaron que el detenido estaba vinculado al gerente de la obra y que la fallecida y él habían decidido adquirir una vivienda en la séptima planta.

El suceso se produjo sobre las siete de la tarde en el número 2 de la calle de Pepita Samper, situada junto a la de Zapadores. Un grupo de adolescentes, que suelen reunirse cada tarde en un jardín contiguo a la finca escucharon unos gritos desgarrados. Al mirar hacia arriba, a la penúltima planta de la finca en obras, vieron a una mujer que pedía auxilio. "Socorro, ayúdenme, ayúdenme", oyó gritar Raquel a la víctima. Al momento la vio precipitarse desde la séptima planta, golpearse violentamente contra el balcón del tercer piso y estrellarse contra el suelo. El relato del suceso es de su padre, Antonio Guerrero, porque la joven quedó tan traumatizada al presenciar el suceso y atender a la víctima que tuvo que ser hospitalizada con un fuerte shock nervioso."Le tomamos el pulso y era muy débil, pero aún vivía", relató otra chica que intentó socorrer a Josefa. Una testigo corrió a la avenida de Peris y Valero y paró a la primera ambulancia que pasó. Pero todo fue inútil. La mujer, que estaba boca arriba, descalza -los zapatos salieron despedidos hasta el jardín, a unos 20 metros- y con la cabeza "cubierta de sangre", murió poco después.

Estos testigos también vieron al supuesto parricida bajar a la calle al momento y abrazarse sollozando al cuerpo agonizante de Josefa. "Mi mujer, mi mujer", le oían llorar. El hombre -moreno, de tez cetrina y pelo corto- no intentó huir. Fuentes del caso afirmaron que cuando llegó la Policía dijo que "había sido ella" la que había saltado.

Pero, ante el testimonio de los vecinos, la Policía lo detuvo por un supuesto delito de homicidio, lo engrilletó y lo tuvo durante una hora en el asiento trasero de un coche patrulla hasta que concluyó el levantamiento del cadáver. Durante la espera se le veía con rostro afligido y sin dejar de sollozar. A las 20.26, justo cuando partió el furgón fúnebre, lo trasladaron a la Jefatura Superior de Policía. Algunos de los vecinos que se habían concentrado protagonizaron escenas de histerismo, increpando al detenido cuando el coche patrulla pasó por delante de ellos.

El supuesto parricida pasó la noche en los calabozos. Los agentes del Grupo de Homicidios seguirán hoy tomándole declaración al detenido y a los testigos. Además, antes de ponerlo a disposición judicial, los investigadores tienen que inspeccionar el lugar de los hechos. Ayer no pudieron hacerlo por falta de luz, ya que el suceso se produjo al anochecer.

El cuerpo de Josefa fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde hoy se le practicará la autopsia. Fuentes del caso sostienen que la pareja estaba sola visitando el piso que había decidido adquirir y que una violenta discusión desencadenó el trágico suceso.