A la escala de Barcelona
Sabine Breitwieser, comisaria junto a Elisabeth A. Macgregor de la exposición de Martha Rosler, explicaba ayer que ésta le parecía muy pertinente en Barcelona. Una de las razones, afirmó, es que algunas obras analizan la forma en que la propiedad y el poder utilizan el espacio público para sus operaciones inmobiliarias. Rosler explicó a su vez que hace dos años participó en Barcelona en un seminario en el que conoció a artistas catalanas que se quejaban de que no conseguían hacerse oír debido a un entorno artístico de total dominio masculino. "Exponer en Barcelona puede servir para sugerir que no todo está perdido", afirmó. En opinión de Rosler, han cambiado muchas cosas, y para bien, en el feminismo. "Los cambios positivos son tan grandes que sería injusto continuar hablando sólo de lo que aún queda por cambiar", afirmó. "Al menos ya se ha asumido que las mujeres tenemos voz. Y esto es importante porque el poder político se puede calibrar por el volumen de la voz".
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