Las academias de Bellas Artes andaluzas celebran los 150 años de su creación

Las cuatro academias de Bellas Artes de Andalucía, las de Cádiz, Granada, Málaga y Sevilla, celebran con una exposición los 150 años de la aprobación de sus actuales estatutos. La muestra, que se inauguró ayer en Sevilla, en la sala Imagen de la Caja de San Fernando, reúne 32 obras, una de cada uno de los pintores y escultores que actualmente ocupan un sillón de numerario en las academias. Francisco Peinado, Fermín Duarte, Manuel del Moral y Gabriel Alberca son algunos de los artistas que participan en la exposición.

La fecha que conmemoran las academias de Bellas Artes andaluza es el aniversario del real decreto por el que Isabel II reguló estas entidades, pero todas funcionan desde antes de 1849.La Academia de Santa Isabel de Hungría de Sevilla nació en 1660 y la fundaron Murillo, Valdés Leal y Herrera el Mozo en la casa-lonja (actualmente Archivo de Indias). "La principal función de la Academia del Arte de la Pintura, cómo se llamó esta primera institución, fue la didáctica", explica Antonio de la Banda, presidente de la academia sevillana. El escultor Pedro Roldán, de quien este año se conmemora el 300 aniversario de su muerte, era uno de los profesores de dibujo con los que contó Murillo. La Real Academia de Nuestra Señora de las Angustias de Granada nació a finales del siglo XVIII; la Provincial de Bellas Artes de Cádiz funciona desde 1789 como Escuela de Nobles Artes y en Málaga, la institución se creó casi al mismo tiempo que salió el real decreto.

Las academias de Bellas Artes no sólo cuentan entre sus miembros numerarios con pintores y escultures. Junto a ellos se sientan orfebres, arquitectos, historiadores del arte, mecenas, coleccionistas y hasta un bordador. "Quien visite la exposición podrá ver junto a obras realistas otras informalistas, como las que hay en cualquier muestra actual", aseguró ayer Antonio de la Banda. Para el presidente de la institución sevillana, los miembros numerarios cumplen con las funciones que dicen los estatutos. "Siempre ha habido envidiosos", añade Antonio de la Banda cómo respuesta a los artistas que cuestionan la utilidad de las reales academias.

La exposición, titulada Pintores y escultores de las academias andaluzas de Bellas Artes, cuenta con pinturas como Recordando a Uccello, de Juan Cordero; Salada claridad, de Francisco Fernández-Trujillo y La tumba de Van Gogh, de Francisco Peinado. Entre las esculturas de la muestra, abierta hasta el 31 de octubre, destacan las obras de Juan Antonio Corredor, Jesús López García o Miguel Moreno Romera, entre otros.