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El PNV denuncia "prácticas mafiosas" en ayuntamientos de HB de la comarca de Tolosa

Dirigentes del PNV de Guipúzcoa expusieron ayer tres casos que a su juicio constituyen la prueba de que "las prácticas mafiosas son habituales en municipios de la comarca de Tolosa gobernados por HB" y cuya denuncia judicial ha supuesto la quema del caserío de la abogada Pilar Zubiarrain. Los peneuvistas precisaron que este grave hecho no va a interferir en la negociación con Euskal Herritarrok (EH) para el gobierno de la Diputación de Guipúzcoa, ya que no se trata de un problema político con HB, sino de presuntos actos delictivos hechos al amparo de estas siglas.

Los miembros de la ejecutiva guipuzcoana del PNV, Juan María Juaristi y Patxi Ezkiaga, y la abogada y exconcejal de Altzo (Guipúzcoa) Pilar Zubiarrain aportaron datos que corroboran que en la comarca de Tolosa se vive desde hace años una situación "anómala" en la que la intimidación es una práctica común localizada en los pequeños ayuntamientos de Belaunza, Leaburu, Gaztelu y Lizartza. "Casualmente, en una de las reuniones entre ejecutivas que mantuvimos con HB hace 15 días, comentamos que había que tratar esta situación conflictiva", explicó Juaristi. "Ahora", añadió, "tenemos muchos más motivos para exigir que se erradiquen estas prácticas".Los concejales de la agrupación electoral Lagun Artea de Belauntza, amparados por el PNV y asesorados por Pilar Zubiarrain, interpusieron denuncias por posibles delitos contra la ordenación del territorio, prevaricación y fraude electoral contra el exalcalde de Gaztelu, Juan José Otegi, de HB, quien promovió unas viviendas en suelo no urbanizable de Belauntza y obligó a los compradores a empadronarse en este municipio a pesar de no tener cédula de habitabilidad. Para ello contó con la complicidad del secretario del consistorio, Iñaki Badasoro, también de HB.

Mientras se tramitaban estas denuncias en 1997, fueron destrozadas las balas de hierba del caserío del alcalde de Belauntza, Andrés Saralegi. Tras reiteradas amenazas, fueron quemados el camión del concejal José Ramón Goikoetxea, que es transportista, y el coche de Pilar Zubiarrain, aparcado delante del caserío Arretxe, en Altzo. El mismo que ha sido pasto de las llamas después de que el Ayuntamiento de Gaztelu despidiera el 1 de octubre a cinco trabajadores de HB de la Casa de Cultura, tras el despido de su director.

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