Van Gaal dosifica en Soria

Numancia-Barça (19.00 horas, Teletaquilla), un partido emparedado entre los dos grandes: el Madrid y el Arsenal. Justo entre los dos equipos que se han atrevido a cuestionar en el Camp Nou la jerarquía azulgrana. El Barça tuvo ayer tiempo de meditar, en los casi 500 kilómetros que recorrió en autocar camino de Soria, que no tiene otra salida que regresar con tres puntos más. Las razones son muchas. Para refrendar el liderato, para relativizar la trascendencia del empate ante el Madrid y para ahogar las endémicas dudas que le llegan siempre en otoño. Louis Van Gaal, técnico del Barça, avisó del peligro de caer en la relajación ante el Numancia. No engaña a nadie: mucho miedo tampoco tiene. Guardiola, Reiziger y Luis Enrique -al margen del sancionado Kluivert- se quedaron ayer en casa descansando y fueron reemplazados por los canteranos."Ya dije que era más fácil motivar a los jugadores ante el Madrid. No consentiré que nadie piense en el Arsenal. Hay que invertir mucha más energía ante equipos como el Numancia. "Pero sí", convino el holandés. "No sería muy inteligente perder allí". La historia está para algo. No trae precisamente buenos recuerdos el estadio de Los Pajaritos al Barça. El Numancia ha quedado en el imaginario azulgrana como sinónimo de escarnio. Ocurrió en febrero de 1996, en el último año de Cruyff, cuando los azulgrana empataron a dos en Soria en los octavos de final de la Copa. El flaco acusó a los jugadores de haber hecho el ridículo ante un rival que jugaba entonces en Segunda B. De aquél equipo sólo quedan ya Sergi, Figo, Abelardo y Guardiola. ¿Sabe que el Barça de Cruyff empató allí?, se le preguntó a Van Gaal. "Es posible. Esto es deporte. Pero no es un cliché válido. Hay que aprender a ganar". El Numancia, que ocupa la zona media de la tabla, viene de recibir una goleada en Mestalla pero sólo ha cedido un empate en casa.

Xavi, Dani y Litmanen

Van Gaal sabe de sobra lo que cuesta superar anímicamente un tropiezo ante el Madrid. Y encima lo achaca a una expulsión por indisciplina, algo que le suele sacar de quicio. Kluivert, ayer, ni viajó. Dani, que siempre que ha jugado en la Liga ha marcado, recogerá el testigo. Litmanen, casi inédito, ocupará el lugar de Luis Enrique, y Xavi utilizará el trampolín para pasar de Segunda B al puesto del capitán. Van Gaal dijo hace una semana que Guardiola estaba exento de las rotaciones, pero ayer rectificó. "Xavi ha demostrado que tiene un sitio en este equipo", dijo. Fácil, en cualquier caso, no lo tiene. Sólo ha actuado este año con el primer equipo media hora (19 minutos ante el Racing y 11 ante el Fiorentina).

"Hay gente que es difícil de sustituir porque marcan la diferencia, por su veteranía y porque llevan muchos años aquí", dijo el medio centro. "Pero los canteranos (viajaron también Puyol y Mario) tendremos nuestra oportunidad", dijo. Dani tampoco desdeñó la ocasión que se le presenta hoy. No tuvo que mirar ni a la pizarra para ver que el puesto de delantero será suyo. "Lo que le pasó a Kluivert es una reacción típica de un partido así, con mucho en juego. Cada uno lo hace de forma distinta. Pero muy comprensible no es porque el equipo lo notó. Pero hay que corregir esos defectos y animarle para que no vuelva a suceder".

Numancia: Álvaro Núñez; Belsué, Eléder, Muñiz, Iván Rocha, Octavio; Nagore, Popescu, Pacheta; Barbu y Ojeda.

Barcelona: Hesp; Ronald de Boer, Abelardo, Bogarde, Sergi; Litmanen, Xavi, Cocu; Figo, Dani y Rivaldo.