Villacañas anuncia que la Biblioteca Valenciana se abrirá en febrero

El director general de Libro, José Luis Villacañas, señaló ayer que la apertura funcional de la Biblioteca Valenciana, ubicada en el rehabilitado monasterio de Sant Miquel dels Reis, se realizará finales de enero o principios de febrero del 2000. Entonces los lectores e investigadores podrán utilizar las instalaciones con capacidad para tres millones de libros. Villacañas añadió que ya ha presentado un borrador de la Ley del Libro, que creará un consejo asesor integrado por todos los profesionales del sector.

La Consejería de Cultura ha elegido el logotipo elaborado por el diseñador Rafael Ramírez Blanco, entre los cinco proyectos presentados, para ser la marca corporativa de la Biblioteca Valenciana. Se ha valorado la perdurabilidad del logotipo y la afinidad con los elementos arquitectónicos del espléndido y antiguo monasterio, entre otros argumentos. Colaborador habitual del IVAM, Ramírez Blanco es uno de los diseñadores valencianos más prestigiosos.A propósito de una de las críticas al proyecto cultural de mayor envergadura de la Generalitat gobernada por el PP, la dificultad de acceso a Sant Miquel dels Reis, emplazado en el barrio de Orriols de Valencia, Villacañas señaló que el Ayuntamiento está preparando una reordenación urbanística de la zona que incluirá una gran vía paralela a la avenida del Primado Reig, aunque no se acometerá en menos de dos años, como mínimo. El director general agregó que ha pedido mayor frecuencia de paso de autobuses municipales y anunció que la Biblioteca ya cuenta con aparcamiento con acceso directo. También indicó que en octubre empezará el etiquetaje de libros y próximamente las pruebas con los complejos robots que deben trasladar los libros por las inmensas estancias de la Biblioteca.

Defensor de alcanzar progresivamente la gratuidad de los libros de texto -"aunque no son de mi competencia", aclaró- y de una mayor colaboración entre la Generalitat y las editoriales, que permita suprimir la homologación posterior a la confección de los libros de texto, Villacañas considera que la Ley del libro será un instrumento útil y destaca el futuro consejo asesor que integrará a editoriales, distribuidores, libreros y escritores, además de los responsables políticos.