Vuelve la rivalidad más extrema
Sevilla y Betis se reencuentran en Primera después de 29 meses acuciados por su irregular situación
Jornada atípica para un esperado reencuentro. Esta noche (21.45, Ramón Sánchez Pizjuán, televisiones autonómicas) Sevilla y Betis vuelven a enfrentarse en Primera División tras más de dos años sin hacerlo. 29 meses sin un derby en una ciudad como Sevilla, que vive su dualidad futbolística al extremo, es demasiado tiempo. Tanto que la que se esperaba iba a ser una semana pre duelo agitada, ha discurrido de una forma inopinadamente rutinaria.La nota discordante la dieron, una vez más, los presidentes de ambos clubes, el sevillista Rafael Carrión y el bético Manuel Ruiz de Lopera, incapaces de separar cuestiones personales de las meramente futbolísticas. La pésima relación entre ellos, que incluso ha derivado en demandas judiciales, ha motivado que el Consejo de Administración del Betis rechazara las invitaciones oficiales que el Sevilla le envió para asistir al Sánchez Pizjuán. Pero este enfrentamiento institucional no ha conseguido enturbiar el buen ambiente que rodea al derby. Los principales actores de este ansiado espectáculo, jugadores y técnicos, se han cuidado de caldear en exceso el encuentro, un choque que históricamente ha discurrido pacíficamente. Eso sí, cada uno por su lado, dado que los jugadores del Betis tenían orden expresa de no participar en actos con miembros del Sevilla. La actitud de Marcos Alonso y Carlos Timoteo Griguol, entrenadores de Sevilla y Betis respectivamente, ha sido determinante.
Marcos, que vivió duelos similares como técnico del Rayo, se ha centrado en reducir el cúmulo de bajas de su equipo y ha evitado la gresca con el Betis. Igual talante ha mostrado Griguol, perro viejo en encuentros de este calibre. Despreocupados por el rival, sus esfuerzos se han centrado en corregir los muchos defectos existentes en sus equipos en maratonianas sesiones de trabajo.
El Sevilla recibe al eterno rival en una situación que empieza a suscitar inquietud entre su afición, que ve cómo su equipo se escuda en destacar su buen juego y lo perjudiciales que le son los arbitrajes para excusar que, tras seis jornadas, sea el único equipo de la Liga que sigue sin ganar. El contencioso que mantiene el Sevilla con los árbitros ha levantado suspicacias en el Betis, que ha solicitado que prime la ecuanimidad y no sea el Betis "quien pague los platos rotos" por un posible trato a favor para el equipo local. Y es que el Betis llega al Sánchez Pizjuán acuciado por la necesidad de acabar con su mala racha como visitante. Sus tres visitas a domicilio (Athletic, Málaga y Barça) se han saldado con derrotas. Alejar estos fantasmas y, de paso, inflingir un severo correctivo al rival, centran los esfuerzos de ambos equipos. Marcos ha recuperado a tiempo a Hibic y a Quevedo, y su única duda es si el centrocampista gaditano aguantará todo el partido. De no ser así, el uruguayo Podestá le supliría. El sistema del Sevilla será el habitual 3-4-1-2, y el peso del equipo recaerá, como siempre, en el griego Tsartas. Griguol va más allá. Vuelve a repetir once titular sobre el esquema (3-4-2-1) que pretende implantar en el Betis. El argentino Romero volverá a ocupar la banda izquierda. Denilson y Alfonso como dúo en la mediapunta y el asturiano Oli como único delantero.
Otros encuentros de la jornada: Atlético -Alavés (18.00), Mallorca-Deportivo (19.00) y Málaga-Athletic (19.30), todos en teletaquilla.
Sevilla: Valencia; Marchena, Hibic, Tabaré; Héctor, Nando; Francisco, Quevedo o Podestá; Tsartas; Juan Carlos y Otero.
Betis: Prats; Otero, Bornes, Filipescu; Finidi, Alexis, Karhan, Romero; Alfonso, Denilson; y Oli.
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