Los ecologistas advierten de que los humedales están protegidos por ley

VIENE DE LA PÁGINA 1 Desde que se completó y presentó el Catálogo de Humedales de la Comunidad Valenciana en febrero de 1998, cuando la Consejería de Medio Ambiente estaba en manos de Unión Valenciana, los grupos ecologistas más activos no han perdido de vista el documento, y periódicamente han recordado al Consell su compromiso de decretar su aprobación antes de que finalizara este año.

La semana pasada, sin embargo, Fernando Modrego recriminó el trabajo de sus técnicos por emitir un informe de protección basado en ese catálogo, y recordó que todavía no había sido aprobado. Se trataba del informe de impacto ambiental del plan especial de la Ciudad de la Luz de Alicante, que obliga a la Consejería de Obras Públicas a variar el trazado de un vial proyectado en el interior del saladar de Agua Amarga. Para el consejero, el futuro recorrido de la N-332 no forma parte del proyecto de la Ciudad de la Luz, y declaró que se trataba de un caso de "exceso de celo" de sus técnicos, que se adelantaban a la labor legislativa al proteger un espacio que todavía no contaba con la consideración de paraje natural.

Estas declaraciones han causado alarma entre los ecologistas. La Colla Ecologista y el colectivo Amigos de los humedales del sur de Alicante, emitieron ayer un comunicado conjunto en el que ponen en duda las intenciones de Modrego con respecto a la protección de zonas húmedas. "¿Quiere decir que quizás el consejero va a mediar para excluir el saladar de Agua Amarga del catálogo de zonas húmedas que finalmente se apruebe?", preguntan Miguel Ángel Pavón y Carlos Arribas, representantes de los colectivos.

Los ecologistas recuerdan que el catálogo no hará más que reflejar sobre el papel una situación de facto, dado que los humedales valencianos, como los del resto de España, gozan de protección a través del articulado de la Ley de Aguas, la Ley de Costas y la Ley Valenciana de Ordenación del Territorio. En el caso de Agua Amarga, además, se trata de un saladar incluido en la relación de zonas húmedas del Plan Hidrológico de la Cuenca del Júcar. Para las organizaciones ecologistas, la aprobación o no del catálogo "no cuestiona la naturaleza de la zona húmeda y su grado de protección legal". Sin embargo, Medio Ambiente advirtió en marzo de 1998 de que sólo las zonas húmedas incluidas en el catálogo tendrían rango de espacio natural protegido.

Proyectos en suspenso

La inclusión de Agua Amarga en el catálogo que elaboró UV dejó en suspenso un proyecto de urbanización del paraje avalado por los hermanos José y Diego Quiles, empresarios ilicitanos que pretenden construir una macrourbanización de lujo con 500 viviendas e instalaciones deportivas de élite.

Los técnicos de Medio Ambiente frustraron en 1998 ese proyecto, ampliando la protección del saladar más allá del propio humedal. Así, aunque Agua Amarga se extiende a lo largo de 250 hectáreas, el área de reserva propuesta por el catálogo inicial abarca 318,3 hectáreas, lo que imposibilita cualquier actuación en su perímetro más inmediato. El PP nunca avaló esa protección.