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Juicio contra el agresor de una de las primeras mujeres que denunció maltratos

,Clara Vallejo ha sido el rostro de los malos tratos en Andalucía. Sus ojos morados por las patadas que recibió hace dos años propinadas por su ex esposo, Adolfo Medina, desencadenaron reacciones que han desembocado en campañas destinadas a erradicar la violencia doméstica. Clara Vallejo volvió ayer a enfrentarse a Adolfo Medina, esta vez en la Audiencia Provincial de Jaén, donde se juzga las agresiones de que fue objeto. La acusación pide más de cuatro años de prisión para el ex esposo.

El abogado que representa a la mujer, Ramón Porras, pide para Medina cuatro años y ocho meses de prisión frente al año de prisión por lesiones y los seis meses por resistencia a la autoridad que solicita la Fiscalía. La diferencia entre ambos radica en que la acusación particular cree que se debe tener en cuenta la agravante de ensañamiento y las amenazas.La vista comenzó con más de una hora de retraso lo que no hizo más que incrementar los nervios de Clara Vallejo el día en que tenía que volver a ver al que fuera su marido para acusarle de malos tratos continuados. "Desde que llevaba 15 días casada con él, hubo malos tratos", declaró Clara Vallejo ante los magistrados. En su rostro ya no quedan huellas de la paliza que recibió y que le dejó ingresada en el hospital durante 10 días. También han pasado ya los meses en los que no podía levantarse de la silla sin sentir enormes mareos por los golpes que recibió en la cabeza en un parque público de la localidad de Alcaudete, en la que ambos residían.

Lo que sí permanece es el miedo, el mismo que le llevó a seguir viviendo con Adolfo Medina pese a que consiguió la separación legal. "Era muy agresivo y no me atrevía a llamar a los civiles para que lo echaran de casa", recordó ayer.

En septiembre de 1997, fecha en la que ya estaban viviendo separados, Adolfo Medina abordó a Clara Vallejo en una heladería de Alcaudete pidiéndole que volviera a su lado. Ella se negó y entonces comenzó una agresión. "Me dio patadas hasta que perdí el conocimiento", relató. Sólo recuperó la consciencia cuando llegó al hospital Ciudad de Jaén para ser atendida de las heridas.

Adolfo Medina se refugió ayer en el olvido para evitar hablar del día de la agresión. Su defensa se basa en que tiene problemas con el alcohol y que ese mismo día había tomado varias copas por la mañana. Medina aseguró ante el tribunal que esa era la primera vez en la que se había comportado con ella de forma violenta. El informe de los peritos, sin embargo, revela que existieron palizas anteriores.

En la declaración también manifestó que no recordaba haber lanzado amenazas de muerte contra su ex mujer. "Diría tantas barbaridades que no me acuerdo", afirmó. Tampoco guarda en su memoria haber dado un puñetazo a un guardia civil que le separó de Clara Vallejo. Sólo la intervención de las fuerzas de seguridad consiguió que el hombre soltase a su ex mujer.

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Adolfo Medina reside ahora en Mallorca, donde dice que le "respetan más" que en Alcaudete. Según su versión, la agresión llegó después de que Clara Vallejo le contestase de forma soez que no mantendría relaciones con él.

En la sala que acogió la vista oral estaban presentes representantes del Centro de la Mujer y de Izquierda Unida, que desplazó a un numeroso grupo en el que estaba el coordinador provincial, José Cabrero. El Instituto de Asuntos Sociales de Diputación se ha encargado de la defensa legal de Clara Vallejo, mientras que el Ayuntamiento de Alcaudete, gobernado por el PSOE, decidió no personarse a última hora a pesar de que en la pasada legislatura estuvo al lado de la mujer agredida.

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