Los encuestados rechazan el sistema de representación estudiantil y aprueban a las aulas

En la Escuela de Empresariales de Sevilla "se respira un buen ambiente desde siempre". Así opina Periáñez y por eso piensa que hay resultados en su estudio que nada tendrán que ver con los que arrojaría cualquier otra facultad. He aquí algunos.Personal de administración y servicios. Cuando se les pregunta a los alumnos qué opinan sobre el personal no docente, un elevado 41% le da un bien a los servicios de administración y secretaría, y el personal subalterno, bedeles, por ejemplo, recibe otro bien, pero eso lo opina el 59% de los estudiantes.

Sistema de representación estudiantil. Ellos no se sienten representados. Los índices bajísimos de participación en estas elecciones en toda las universidades demuestra que este sentimiento debe ser común a la inmensa mayoría de los estudiantes. También consideran que les falta mucha información.

Planes de estudio. Un 36% cree que están mal o muy mal y sólo un 10% parece estar plenamente satisfecho con el nuevo sistema.

Aulas. Sobre las clases en las que estudian se les interrogó tocando varios aspectos. Y los resultados fueron estos: la acústica de las clases recibe un bien del 38% de los alumnos y nada menos que un 71% está satisfecho con la iluminación de las clases. En cuanto al mobiliario, el 62% de los encuestados les da un bien.

Salas de estudio: se llevan la peor parte. Un 81% considera que la capacidad de estas salas es poca o muy poca y las condiciones en las que estudian ahí son malas o muy malas. Esto último lo dicen el 64% de ellos.

Profesores. Del profesorado valoran, por este orden, las siguientes cualidades: que expliquen con claridad, que sean amenos, que preparen sus clases, que solucionen las dificultades que les plantean, que les motiven en sus estudios, que repondan a sus dudas, y así hasta 22 características que formarían un docente diez.

Matrículas. Los alumnos dicen que los precios no les satisfacen: el 72% de ellos las encuentran caras. Y en cuanto al procedimiento de matriculación, sólo le dan un regular: el 32%.

Centros deportivos, laboratorios, bibliotecas. Son los servicios que en el estudio se llaman supracentro, o sea, los que son comunes a todos y no son propios de la facultad. Éstos reciben las crítica de los alumnos que, sin embargo, como demuestra Periáñez, los usan poco: un 77% reconoce que apenas participa de ellos. De nuevo aquí no se sabe si es porque no les gustan o simplemte porque no los conocen. Periáñez piensa que deberían estar descentralizados y más cerca del alumno.