Educación protegerá 300 edificios modernos para evitar su derribo

La Consejería de Educación está dispuesta a que el estadio de La Peineta, la Torre de Madrid o el edificio del Ministerio de Sanidad sean tan emblemáticos y estén tan protegidos de la piqueta como la Puerta de Toledo, el Palacio Real o la plaza de Toros. El viceconsejero de Patrimonio, Juan Carlos Doadrio, anunció ayer en la Asamblea que su consejería prepara un catálogo de 300 obras de arquitectos modernos a las que otorgará la máxima protección legal.

Ninguna podrá ser derribada, demolida o modificada -como ocurrió el pasado verano con La Pagoda de Fisac-, ya que la Dirección General de Patrimonio está dispuesta a convertirlas en algunos casos en bienes de interés cultural (BIC) -la máxima protección que puede recibir un edificio- o en bienes de inventario, una figura que le confiere la misma protección, pero que permite su descatologación previa consulta con el Consejo Regional de Patrimonio.El diputado socialista Antonio Chazarra expresó ayer su completo apoyo a esta idea para que no vuelvan a repetirse "episodios tan lamentables como el derribo de La Pagoda".

Juan Carlos Doadrio se comprometió a tener listo en el plazo de tres meses el citado catálogo para evitar que estos edificios puedan ser destruidos. El listado -que será elaborado por técnicos de la Consejería de Educación, del Colegio de Arquitectos y del Ayuntamiento, ente otros- incluirá tanto obras de destacados arquitectos vivos como otros de reciente fallecimiento.

Aunque aún no está acabado el catálogo, los especialistas ya han elaborado un primer informe con algunas de las obras que formarán parte del listado definitivo. Entre ellas se encuentran el Palacio de la Música (Gran Vía, 35), el Banco de Vizcaya (Alcalá, 45), la Embajada de Japón (Serrano, 160-164), el Edificio España (plaza de España), el Ministerio de Sanidad (paseo del Prado, 20), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Serrano, 117), el Edificio Bankunión (Castellana, 4), el Estadio de la Comunidad de Madrid o la Biblioteca y Centro Social Puerta de Toledo. Entre los arquitectos vivos que han firmado estos edificios se encuentran Antonio Fernández Alba, Javier Carvajal, Sáenz de Oiza, Miguel Fisac o José Rafael Moneo. También hay obras de arquitectos fallecidos durante este siglo, como Cano Lasso, Joaquín Otamendi, Secundino Zuazo o Rafael de la Hoz.

Consejo de Patrimonio

La declaración de Bien de Interés Cultural o de Bien de Inventario de estas obras se realizará previo informe del Consejo Regional de Patrimonio Artístico, órgano formado por colegios profesionales, grupos parlamentarios de la Asamblea, representantes municipales, el arzobispado, Ministerio de Cultura, Academia de Historia y de Bellas Artes y diversas asociaciones y fundaciones privadas y públicas.El viceconsejero respondió así, en la Comisión de Educación del parlamento autonómico, a la petición del portavoz de Patrimonio del grupo PSOE-Progresistas, Antonio Chazarra, quien reclamó que el Gobierno regional "actúe diligentemente y con contundencia para evitar que muchas obras de autores vivos con amenazas concretas no sufran el mismo destino que La Pagoda de Fisac". Chazarra aludió a otra obra del arquitecto Miguel Fisac, el edificio Mupag (en Madre de Dios, 42, Chamartín), como una de las más amenazadas por el proyecto de reforma que quiere ejecutar su propietario actual. A ello, Doadrio le replicó que su departamento ha puesto "las objeciones oportunas al Ayuntamiento para que la unidad formal del edificio no quede desmembrada".

El viceconsejero manifestó su interés en proteger el Palacio de Exposiciones y Congresos, en el paseo de la Castellana, aunque advirtió de las dificultades legales para ello, ya que la Administración del Estado es la competente sobre este edificio.

Por último, anunció que el mural La ciudad inacabada, la obra póstuma de Lucio Muñoz, que preside el hemiciclo de la Asamblea, se incluirá en el catálogo de obras de Bien de Interés Cultural.