Rodríguez Ibarra afirma que la actual dirección del PSOE carece de "suficiente autoridad y respeto"

La ejecutiva federal del PSOE no inspira a los militantes socialistas "autoridad ni respeto". Ésta es la opinión del presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, como consecuencia de la actual crisis de su partido en Valencia. Sin embargo, la ejecutiva socialista trataba ayer de poner el foco en los conflictos de los congresos regionales del PP. "Nosotros no tratamos de dar lecciones, porque tenemos problemas internos, pero resulta un sarcasmo histórico y una humillación para los demócratas presentar a Manuel Fraga como adalid de la renovación", declaró Alfonso Perales, responsable de Política Municipal del PSOE. Mientras el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, se reunía en Bogotá con el presidente colombiano, Andrés Pastrana, Rodríguez Ibarra hablaba de la situación de su partido en Antena 3 Televisión. Los miembros de la ejecutiva recibieron con disgusto sus declaraciones, pero ninguno de ellos salió a rebatirlas en público."La dirección nacional no tiene suficiente autoridad ni respeto", afirmó Rodríguez Ibarra, para muchos actual cabeza visible del sector guerrista. No obstante, quiso resaltar que "Almunia es un buen hombre y tiene muy buen fondo", además de ser el "líder político". Pero le aconsejó que "pulse la opinión de todo el mundo dentro del partido", tras lo que le recordó que "para ser líder social tiene que ganar las elecciones". Lo mismo opinó Rodríguez Ibarra sobre su compañero José Borrell cuando era el candidato a la Presidencia, y eso que le prestó su apoyo en las primarias frente a Almunia.

La teoría del dirigente extremeño sobre "la falta de autoridad" de la ejecutiva no es nueva, ya que la mantiene desde pocos meses después del congreso en el que Felipe González renunció a presentarse a la reelección.

Almunia hizo valer su autoridad en el reciente conflicto del PSOE valenciano, pidiendo a quienes fueron elegidos por menos del 45% que dimitieran, al entender que ante tal precariedad la crisis iba a seguir. Rodríguez Ibarra, igual que los guerristas, considera excesivamente autoritaria esta decisión. "Era un conflicto puramente regional, pero al intervenir el secretario general se ha convertido en un problema de todos los militantes", resaltó el presidente extremeño, quien proclamó que él "no admitiría una injerencia como ésta".