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Jesús Gil respalda a Ranieri y culpa a los jugadores de la crisis del Atlético

Diego Torres

Seis partidos de Liga y dos de la Copa de la UEFA ha tardado Jesús Gil en explotar. Las derrotas ante el Ankaragucu (1-0) el jueves y ante el Espanyol (3-1) el domingo provocaron la ira del propietario del Atlético, que ayer abandonó su residencia campestre de Valdeolivas y citó al entrenador, Claudio Ranieri, en su oficina en Madrid. Tras la reunión, Gil descartó toda posibilidad de destituir al técnico y responsabilizó a los jugadores de la depresión del equipo, hundido en el fondo de la tabla de clasificación. Gil liberó al romano de toda culpa en la confección de una plantilla que, confesó, fue obra del club y su secretaría técnica: "Cuando Ranieri llegó, se encontró con la plantilla ya hecha". Los jugadores del Atlético se han convertido, según Gil, en un grupo sin espíritu combativo. Para remediarlo, el dueño del club no descarta dar la baja a algún miembro de la plantilla -con 28 hombres, es una de las más pobladas de España-: "Ésa es una decisión que debe tomar el entrenador. En cualquier caso, se les dará una oportunidad, y si no demuestran un cambio de actitud antes de fin de año habrá que tomar medidas... Que me cepillo a alguno en diciembre está tan claro como que ahora estoy en el Club Financiero".Apenas terminada la reunión con Ranieri, Gil convocó a la prensa en su despacho para manifestar su indignación en presencia del entrenador. Para confirmar la falta de garra de sus futbolistas, Gil repasó otros partidos disputados el domingo: "A los jugadores les falta motivación. He visto que el Madrid perdía contra el Valencia pero sus futbolistas, siendo 10, luchaban. Y vi el Numancia-Mallorca, y el 4-4 del Lazio-Milan. En todos se luchaba metro a metro como si fuera una guerra de guerrillas". Ranieri observaba a Gil sin hablar. Gil insistía: "Queremos conseguir algo más que ganar dos partidos seguidos. Queremos que la forma de pensar de los jugadores sea la misma en Turquía o en... Egipto. Queremos que suden la camiseta y algunos ayer [por el domingo] mandaron su camiseta a la lavandería sin una gota de sudor".

La fuerza del entrenador

Gil se deshizo en en elogios hacia Ranieri procurando disipar suspicacias en torno a su destitución: "Ranieri es un hombre de empresa, es un hombre que da mucha confianza y todavía estará mucho tiempo en el Atlético".Encantado ante el apoyo manifestado por su jefe ante la prensa, Ranieri dijo: "El entrenador debe ser un hombre muy fuerte y cuando tiene a su lado al presidente más fuerza tiene". No quiso abundar el italiano en la amenaza de despido que pende sobre sus pupilos: "Yo estoy convencido de que son buenos jugadores pero pueden hacer mucho más de lo que hacen. Basta con que ganemos un par de partidos y verán las cosas más claras. Ahora lo ven negro. Tienen que tranquilizarse y hacer lo que saben. Yo sé que no es tan complicado".

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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