Álvarez de Miranda culpa al nacionalismo excluyente de provocar el "fracaso" de los derechos humanos

La Universidad Miguel Hernández nombró ayer al Defensor del Pueblo, Fernando Álvarez de Miranda, doctor honoris causa. En la lección magistral, impartida con motivo de la apertura del curso académico, Álvarez de Miranda culpó al auge de los nacionalismos excluyentes, al fundamentalismo, y la "privatización" de la guerra de que los años noventa sean la década en la que las violaciones de los derechos humanos "han alcanzado proporciones sin precedentes". Estos fenómenos, subrayó, muestran el fracaso de los proyectos para alcanzar el respeto de los derechos humanos en todo el mundo.

En un momento en el que los tratados, las convenciones mundiales y los organismos encargados de velar por el cumplimiento de los acuerdos se han multiplicado, crece en idéntica proporción "el número e importancia de las vulneraciones de los derechos humanos", dictaminó el Defensor del Pueblo. El fenómeno, según Álvarez de Miranda, muestra una doble versión. Por un lado, es resultado de que estos órganos sirven para hacer visibles las violaciones, pero por otro lado, "no basta para ocultar que estamos cosechando demasiadas veces estrepitosos fracasos". En la lección magistral, que fue enunciada por el hijo de Álvarez de Miranda, después de que éste se excusase por problemas de salud, apuntó directamente a las "limitaciones del sistema" y la ineficacia de los medios de protección, ya que sólo sirven para "constatar las violaciones, mas no para prevenirlas". El Defensor del Pueblo abogó por crear un "nuevo orden jurídico" para asegurar su cumplimiento universal, aunque admitió las carencias de los juristas en este sentido y apostó por la participación de especialistas de otras ciencias. La "globalización", según el Defensor del Pueblo, demanda nuevas soluciones. "Necesitamos un sistema de garantías más efectivo, menos estatalista, y más igualitario entre los Estados,para determinar si se ha cometido una violación de los derechos", concluyó, a la vez que criticó la "falta de efectividad" de las sentencias del Tribunal Europeo. Álvarez de Miranda, que también ha sido presidente del Congreso de los Diputados, consideró que los derechos "no sólo hay que proclamarlos en grandes declaraciones, sino buscar sistemas de garantías para cumplirlos, algo que nos falta todavía". Al acto, celebrado por primera vez en uno de los edificios de la universidad ilicitana, acudió el consejero de Educación, Manuel Tarancón, pero se ausentaron el resto de rectores de las universidades de la Comunidad. Tarancón incidió en la "satisfacción" del Consell por la colaboración recibida desde las universidades para lograr las bases del "consenso". Aunque admitió la existencia de "disparidades de criterios que deben existir". El consejero destacó que a finales de este año la Generalitat habrá invertido 4.310 millones de pesetas en investigación y desarrollo, de los que 2.400 millones serán destinados a la construcción de institutos de investigación y equipamiento. El rector, Jesús Rodríguez Marín, recalcó la necesidad de "incrementar la calidad de la enseñanza" y estableció como cauces para su consecución el Libro Blanco de las universidades, y el sistema de financiación por objetivos. El rector no quiso dejar pasar la oportunidad de "reconocer y agradecer" los esfuerzos desarrollados en esta línea por el gobierno de Eduardo Zaplana.