Nuevas obligaciones del EBB

Además de volver a limitar a una sola las reelecciones posibles en cargos internos, la ponencia de estatutos tiene otras novedades. Así, el EBB contraerá nuevas obligaciones: la propuesta de reforma le impone reunirse, con periodicidad al menos bimensual, con las ejecutivas regionales. También le faculta para reunir a los cargos públicos cuando lo considere oportuno. Ello se justifica en la búsqueda de mayor coordinación tanto interna como en la proyección externa del partido. Se busca evitar actuaciones discordantes, como las protagonizadas por las diputaciones de Guipúzcoa y Vizcaya en sus respectivos llamamientos en favor de los presos, hace unas semanas. Los nuevos estatutos vienen a ser más rígidos en el margen de maniobra que los apoderados en la asamblea nacional -máximo órgano del partido- tendrán en adelante. Si hasta ahora iban a ella con un mandato imperativo interpretado como "la defensa de las posiciones más próximas al criterio recibido dentro del marco de posibilidades que el debate permite", en adelante, y en lo referido a la elección de cargos internos y candidatos a cargos públicos, la imperatividad será absoluta: el voto de los apoderados será una traslación "exacta" de la voluntad de la asamblea a la que representen. Más poder tendrá también la comisión de Garantías y Control, que velará porque los dirigentes del partido, en cualquier nivel, no acumulen cargos internos, aunque siempre cabe el recurso de que la asamblea nacional levante la incompatibilidad. La organización interna peneuvista será más benévola, sin embargo, con aquellos afiliados que no participan activamente en la acción política del partido, no asisten a las asambleas municipales o a los actos convocados por la formación. Hasta ahora se les privaba del derecho al voto y del de elegir y ser elegidos para cargos internos y públicos. En adelante sólo perderán el primero de esos derechos, pero podrán optar a ejercer cargos dentro o fuera del PNV.