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ELECCIONES EN AUSTRIA

Una fiesta de osos pardos

La cúpula del Partido Liberal de Austria (FPOE), liderado por Jörg Haider, celebró su triunfo electoral en una moderna cervecería de Viena brindando con champaña. Un muchacho disfrazado de oso pardo -mascota del partido- y un señor con una rosa teñida de azul -el color del partido- flanqueaban la puerta del local situado en Kagran, un suburbio obrero de Viena.Más que euforia, se respiraba una tranquilidad placentera. Fue un éxito esperado. "Porque es el único partido con una voluntad y un objetivo, el único que hace política para la gente", dijo Patrick Ortlieb, una de las últimas brillantes adquisiciones del partido derechista. El excampeón olímpico (1992) y campeón mundial (1995) de esquí es el segundo en la lista, seguido de una popular presentadora de televisión. Ortlieb resumió en pocas palabras el descontento de los austriacos: "No es que haya grandes miserias en Austria, pero siempre las cosas siguen igual. Por eso necesitamos un cambio".

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El eurodiputado Peter Sichrovsky, periodista judío otrora agudo crítico de Haider y reclutado por el FPOE en las elecciones al Parlamento Europeo en 1997, se mostró satisfecho con las pérdidas de la socialdemocracia. Admite que prefiere callar los puntos críticos para mantener la fidelidad al partido que él representa en Bruselas, aunque reconoce que no le gusta el lema de "alto a la extranjerización" de la campaña. Sichrovsky critica las evocaciones del pasado y resuelve que "hay que acabar con las comparaciones históricas. Nos critican quienes viven en el pasado; nosotros somos el presente".

Un relojero, feliz de participar en la fiesta sin ser afiliado al partido, comenta que aquí ha triunfado el mejor espectáculo. "La política normal es aburrida, con Haider tenemos suspense. En la socialdemocracia los políticos piensan por el pueblo; Haider deja que piense el pueblo".

Christian Günther, encargado de Medio Ambiente del FPOE, defiende que no hay racismo en el partido. "Nuestros objetivos no se diferencian de los de la política de extranjería de Francia y Suiza. Hacemos política europea de extranjería". Una empleada de banca de 38 años y con tres hijos muestra confianza en la promesa del FPOE de pagar a cada madre un cheque mensual de 68.400 pesetas por cada niño menor de seis años.

Un grupo de estudiantes de medicina festejan la victoria como "una señal contra los socialistas europeos, que a escala internacional intentan hacer creer que el FPOE es ultraderechista y nazi. No es así".

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