Pujol viaja al cinturón industrial para recuperar los votos perdidos el 13-J

Jordi Pujol se sumergió ayer en el área metropolitana de Barcelona, donde CiU sufrió una sangría de votos en las elecciones municipales, y se apartó de la Cataluña comarcal. Se imponía por tanto hablar en castellano, aunque tan sólo fuera por "deferencia", según precisó el presidente. Y utilizó el castellano para negar que en Cataluña existiera una "especie de guerra civil" por el tema lingüístico, para reclamar más poder político y fiscal y para apelar a una victoria suficiente que permita a CiU no depender del PP o de los socialistas.

Convergència i Unió (CiU) se ha impuesto como estrategia política en esta campaña acentuar la presencia de sus dirigentes en el área metropolitana de Barcelona y en la provincia de Tarragona, en donde la coalición nacionalista sufrió una sangría de 125.000 votos en las pasadas elecciones municipales.En las poblaciones de Viladecans y Sant Feliu, donde Pujol habló en castellano, la coalición nacionalista montó un mitin a la catalana: danzas populares, castellers, sardanas, un desayuno con butifarra y un almuerzo con fideuada.

El objetivo era que los tres ejes básicos que estructuran el mensaje nacionalista llegaran al electorado con toda nitidez. Y Pujol empezó a hablar en castellano. "Lo hago por deferencia, aunque ya sé que vosotros me entendéis perfectamente en catalán", manifestó el presidente. Comentario que despertó un fervoroso aplauso.

El español le sirvió al presidente para negar que en Cataluña existiera un conflicto lingüístico a pesar, dijo, de los comentarios radiofónicos de algunos tertulianos, de artículos de prensa y de las declaraciones de los dirigentes del PP y del PSOE. Para Pujol, los socialistas lo único que hacen es urgar en este tema y los populares son monotemáticos.

El segundo mensaje que el candidato a la reelección transmitió en castellano fue para reafirmarse en su reivindicación de más poder fiscal y político para Cataluña. Para estos casos, Pujol siempre se sirve de ejemplos del municipio que visita. De este modo reclama más dinero "no para la Generalitat" sino para construir aquella insfraestructura que los vecinos de la población reclaman insistentemente.

La tercera ocasión que Pujol se separó del catalán fue para apelar a una amplia victoria en las elecciones del 17 de octubre que haga posible un gobierno monocolor de CiU. "Los del PP nos harían pasar por el aro y si tuviéramos que pactar con los socialistas nos quedaríamos tambaleando sin base", afirmó.

Por su parte, el candidato del Partido Popular, Alberto Fernández Díaz, reprochó a Pujol y a Maragall que utilicen el castellano sólo en la campaña electoral y les emplazó a apostar por el bilingüismo dentro de la Administración. El dirigente conservador anunció que tiene la intención de utilizar también el castellano en sus intervenciones en el Parlament catalán.