Calderón, del grupo opositor, se marchó escoltado
Ramón Calderón, uno de los líderes de la oposición, se marchó escoltado de la asamblea antes de que esta concluyera. Su intervención en contra de la gestión de la junta directiva fue muy dura. Aseguró que el informe de cuentas presentado no era "veraz" e interpretó que al ofrecerlo la directiva consideraba a todos los presentes unos "imbéciles". Al concluir añadió: "Estoy convencido, por las características de la gente que hoy ha venido hasta aquí, que las cuentas van a ser aprobadas". Los asistentes interpretaron estas palabras como una descalificación hacia ellos y mostraron su enérgica protesta. Calderón no tuvo más remedio entonces que bajarse del estrado y marcharse escoltado por los dos policías que le habían acompañado hasta la sala.