EH supedita su presencia en el gobierno de Guipúzcoa a un giro en la política foral

Euskal Herritarrok quiere formar parte del gobierno de la Diputación de Guipúzcoa, siempre que PNV y EA asuman el doble compromiso de modificar su programa de gobierno y la política actual. El diputado general, el peneuvista Román Sudupe, expresó su deseo de "alcanzar acuerdos" con la formación independentista para "fortalecer" el gobierno foral, aunque en el discurso de política general les advirtió de que antes deben "apartarse de los actos violentos".

El debate sobre política general celebrado ayer en las Juntas Generales de Guipúzcoa no resolvió la gran incógnita que rodea al futuro próximo de la Diputación guipuzcoana, gobernada con mayoría insuficiente por PNV y EA. La cuestión planeó durante las seis horas que duraron las intervenciones parlamentarias. Sólo al final de la sesión el portavoz juntero de EH, Xabier Olano, fijó con claridad la postura de su partido: "Nuestro objetivo no es un pacto de legislatura. Es necesario cambiar el modo de gobernar Guipúzcoa y el programa de gobierno actual; lo de menos es quién ostenta los cargos [diputados]", dijo al finalizar su última intervención. En ella invitó al diputado general, Román Sudupe a reanudar las conversaciones: "Si no queremos echar a perder lo conseguido, juntémonos", le instó. A escasas fechas de comenzar la discusión del proyecto de presupuestos forales para el año 2000, el Ejecutivo guipuzcoano se enfrenta a una oposición que le supera en número de escaños -19 de PNV-EA frente a 14 de EH, 10 del PSE y ocho del PP-, aunque se encuentra dividida, como se puso de manifiesto ayer en el pleno. Román Sudupe comenzó su discurso denunciando las "agresiones" sufridas recientemente por varios representantes políticos y los últimos "actos violentos", y siguió con una dura referencia a ETA. A su juicio, la organización armada "sobra y estorba", "es un obstáculo para avanzar en la normalización" y "su persistencia es una losa que aplasta las aspiraciones de paz". El diputado general también exigió al Gobierno del PP que "dialogue con ETA" y "respete los derechos de los presos", a quienes Sudupe no considera "nuestros presos, ni nuestros héroes, ni nuestros gudaris". El diputado general agregó, en referencia a la política penitenciaria del PP, que Aznar practica el "mercadeo" con los presos de ETA. Al respecto desveló que el presidente del Gobierno "rechazó una propuesta de sus asesores Fluxá, Arriola y Javier Zarzalejos de acercar a 200 presos y optó por la de Mayor Oreja, que sólo incluía a 60". Fractura social La réplica del PP y el PSE fue en la misma dirección, pues ambos acusaron al gobierno foral de "fomentar la fractura entre nacionalistas y no nacionalistas", como señaló el socialista Guillermo Echenique, y de "soportar muchas presiones de EH", según el popular Iñigo Manrique. El portavoz socialista criticó la "vigilancia" que ejerce el Pacto de Lizarra sobre el gobierno foral y añadió que PNV y EA son "prisioneros de un pacto sellado fuera de este territorio y es ajeno a los guipuzcoanos". Sudupe le contestó que el PSE tuvo "una ocasión de oro" para gobernar en Guipúzcoa, aunque la dirección en Madrid optó por "apoyar al PP en Álava y a UPN en Navarra". El representante PP, que acusó de "insuficiente" la mayoría del Ejecutivo, fue retado por Sudupe a formar un gobierno con más apoyos que el actual. Olano (EH), que solicitó un despacho y un ordenador para modificar su intervención, afirmó que ETA "no está de sobra" y reclamó el "derecho de los vascos a decidir exclusivamente su futuro". En otro momento de su alocución reconoció que son "más los encuentros que los desencuentros" con el diputado general Román Sudupe, aunque matizó: "Los 105.000 votos que recibimos en las últimas elecciones nos obligan a actuar con responsabilidad y seriedad".