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El plan de medidas contra la inflación se reduce a una bajada de 198 pesetas del precio del butano

El esperado plan de medidas contra la inflación se ha quedado reducido a una rebaja de impuestos en la bombona de butano, que reducirá su precio en 198 pesetas, hasta situarse en 1.115. Según el ministro de Economía, Rodrigo Rato, esta medida tendrá un impacto inferior a una décima en el índice de precios al consumo (IPC) y supondrá entre 16.000 y 18.000 millones de merma de ingresos al fisco. El resto de medidas aprobadas ayer se limita a ampliar la competencia en distribución de carburantes y gas natural, con efectos a más largo plazo. El Gobierno descartó actuar, por el momento, sobre las tarifas telefónicas.

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La única entre las medidas aprobadas ayer por el Consejo de Ministros que puede tener un efecto inmediato sobre la inflación es la reducción, vía impuestos, del precio de la bombona de butano. El IVA que se aplica a este combustible, usado por unos 13 millones de hogares en España, pasa del 16% actual al 7% y se elimina el impuesto especial, hasta ahora de 1,23 pesetas por kilo. El coste para Hacienda estará entre 16.000 y 18.000 millones de pesetas, según Rato.Estas medidas entrarán en vigor de forma inmediata, es decir, cuando se publique en el BOE, hoy o el próximo lunes, el real decreto ley aprobado por el Gobierno. A consecuencia de la rebaja de impuestos, el precio de la bombona de butano pasa de las 1.313 pesetas actuales a las 1.115; es decir, 198 pesetas menos, un 15% de rebaja. Este precio se mantendrá fijo durante un año, y en ese plazo se elaborará una nueva fórmula de precios máximos. Además, el Gobierno ha decidido fomentar la venta de bombonas en gasolineras y grandes superficies, y aplicar un descuento mínimo del 5% en las adquiridas en estos establecimientos. Se podrán transportar hasta dos bombonas de butano en los vehículos particulares, en posición vertical, y queda prohibido su estacionamiento en aparcamientos subterráneos.

Una décima en el IPC

Las 1.313 pesetas que hasta ahora cuesta la bombona de butano, tras la espectacular subida de agosto (182 pesetas), constituye un máximo histórico y un ejemplo de que las medidas anteriormente aprobadas no habían conseguido frenar la escalada de los precios. Desde que el 16 de abril el Gobierno decidió actuar contra la inflación en este sector, entre otros, el precio de la bombona de butano ha subido un 35,6%, debido sobre todo al encarecimiento de la materia prima. Entonces estaba en 968 pesetas.Según explicó el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, el nuevo precio del butano tendrá un impacto algo inferior a una décima en el IPC. La bombona de butano está incluida en el capítulo de calefacción y alumbrado de vivienda, cuyo peso en el IPC es de apenas un 31,070 por mil. La ponderación concreta de cada producto está protegida por el secreto estadístico.

Pese a su escasa incidencia en el IPC, la subida del butano en agosto llevó al capítulo que engloba este producto a contribuir con una décima a la inflación de ese mes, que fue de un 0,4% sobre julio. Otra décima correspondió a las gasolinas, una más al turismo, y la restante, distribuida entre otros.

El resto de las medidas aprobadas ayer tendrán efecto a medio y largo plazo y persiguen aumentar la competencia en la distribución de carburantes y de gas natural. La posibilidad de actuar sobre las tarifas telefónicas, también contemplada, se ha quedado para más adelante. Rato se limitó a decir ayer que "las comentaré cuando se aprueben". Añadió que tener una inflación "cuatro décimas arriba o abajo del 2% [en agosto se situó en el 2,4%] no es suficiente, y por ello tenemos que seguir profundizando en el proceso de liberalización; el ciclo no está cerrado". El capítulo correspondiente al teléfono restó 0,01 puntos al IPC de agosto, pero ha bajado un 1,4% en el último año, frente a la caída del 5,2% en el resto de la zona euro.

Sobre la distribución de gasolinas y gasóleos, lo aprobado ayer es lo ya anunciado por el ministro de Industria y portavoz, Josep Piqué, hace dos semanas. Se ha descartado abaratar de forma inmediata los impuestos especiales sobre estos combustibles, como quería Piqué y rechazaba Rato. A lo más que se ha llegado es a congelarlos en el año 2000, así como los que gravan el consumo de tabaco y bebidas alcohólicas; es decir, no suben el 2% (la inflación prevista).

Se establece ahora la obligación para las empresas concesionarias de informar a los usuarios de las autovías y autopistas de los precios de las gasolineras más cercanas, así como de la distancia entre ellas. Habrá más concursos para dar entrada a nuevos operadores que no tengan en vigor contratos de suministro en estaciones de servicio próximas. Por último, se aprobarán criterios generales sobre el número mínimo de gasolineras en un determinado territorio, en colaboración con las comunidades autónomas y los ayuntamientos.

En el sector del gas natural, la decisión adoptada ayer por el Gobierno consiste en acelerar la entrada de nuevas empresas comercializadoras. Entre ellas están Enagas, Gas de Euzkadi, Gas de Asturias, Iberdrola y BP. También se estudiará en breve la autorización a Shell y Distribuidora.

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