RAMÓN BUENAVENTURA ESCRITOR "Internet es un espacio único de libertad, porque no hay control"

El escritor Ramón Buenaventura (Tánger, 1940) es autor de El año que viene en Tánger y de varias obras narrativas y de poesía. Sin embargo, la curiosidad y el afán por enseñar le han llevado a escribir Las respuestas. Todo lo que usted siempre quiso preguntar sobre Interrnet. Todo empezó cuando en los años 80 abandonó la pluma por el ordenador. Pregunta. Usted mismo reconoce su osadía al escribir sobre Internet. ¿Por qué lo ha hecho? Respuesta. Todos tenemos placer en enseñar a los demás ya que es una de las esencias de la especie humana. En lugar de transmitir el instinto, como hacen los animales, nos enseñamos unos a los otros. Yo empecé penosamente a aprender y si yo, que soy poeta he aprendido, lo puede hacer otro cualquiera. P. ¿Qué encuentra un poeta en Internet? R. Muchísima poesía. Internet ofrece una posibilidad renovada de publicación de poesía que estaba casi agotada. Empieza a haber una enorme cantidad de poetas que cuelgan sus obras en Internet y se genera una gran comunicación entre la gente. Como de todas formas, dinero no vas a sacar, pues lo pones en Internet y te lee más gente. P. ¿Su manual va dirigido a los que ya saben de Internet o a los que sólo conocen el término? R. Es para aquellos que han oído hablar, pero no tienen la más remota idea de lo que es Internet, ni la informática en general. Un experto no tiene nada que aprender de mi libro, pero se puede divertir porque es pintoresco. P. ¿Cómo convence a un escritor escéptico de embarcarse y empezar a navegar? R. No pondría ningún interés; es absurdo. Ya quedan muy pocos escritores que no usen ordenador. No se puede discutir; que alguien encuentra interesantísimo escribir con la pluma, pues que siga. P. ¿Jugando con el título de su libro, ha encontrado respuesta a todo lo que quería saber sobre Internet? R. Está todo lo que una persona necesita para empezar. En ninguna parte encuentras información sobre todo. Pero Internet es lo más parecido a todo lo que existe. P. ¿Se pueden hacer amigos al otro lado del mundo y perder a los que están cerca? R. Sí, claro, porque el riesgo existe siempre. Pero no me parece preocupante. Hay personalidades psicopáticas para las cuales Internet es una herramienta más para perfeccionar su enfermedad. Es lo mismo que esos pocos que utilizan el teléfono para hacer llamadas obscenas, pero eso no elimina sus ventajas. P. Cada vez hay más parejas amorosas que se conocen en Internet. ¿Puede ser real el amor virtual? R. El principal órgano sexual y sentimental es la cabeza y su expresión, el lenguaje. Por lo tanto, puede crecer una relación muy buena. Además, dentro de nada, se va a generalizar el uso de las cámaras, lo que evitará que un veterano de Vietnam de 65 te diga que es una doncella núbil de 14. En definitiva, ese conocimiento también es enriquecedor. P. ¿Qué le ha sorprendido más de la red? R. La posibilidad de comunicación humana. Es relativamente facil encontrar personas en cualquier parte del mundo que comparten intereses y es muy sencillo mantener la conexión porque es muy rápido y gratuito. No hablo tanto de los chats, que es para los más jóvenes, aunque cada vez hay más mujeres haciéndose pasar por no se sabe qué, porque se presta mucho al fingimiento. Al cabo del tiempo se establecen relaciones sólidas con personas a las que no vas a ver nunca. Esto es muy bueno y otra la facilidad para encontrar información. P. ¿Hay algo que no le guste, que la haya decepcionado? R. El caos. Internet es un caos total. Está sin clasificar y sin criterio. Hay 800 millones de páginas y es muy difícil encontrar algo es extraordinariamente difícil. P. ¿Cree que la pornografía es un problema en Internet? R. No me parece algo especial. Es como en la vida misma; si quieres la coges y si no la dejas. Prefiero que exista antes de soportar la censura. P. ¿Tiene miedo de que la censura actúe en Internet? R. Sí. Ya descubrirán alguna forma de hacerlo porque hoy por hoy no pueden hacerlo. Hoy, Internet es un espacio de libertad fantástico porque no hay forma de controlarlo. Sólo los países más retrógrados y pocos tecnificados al mismo tiempo pueden controlar Internet.