Juan Pablo II rebaja el valor de las indulgencias ante el Jubileo del 2000

El Papa no quiere que el Jubileo del 2000, un grandioso negocio, suscite otra crisis como la de Lutero en 1517 con sus 95 tesis contra las indulgencias, texto fundador del protestantismo. Juan Pablo II explicó ayer que las indulgencias "no son rebajas". "Se trata de una ayuda para lograr un compromiso más rápido, generoso y radical", afirmó.El Papa dijo: "Todos aquellos que esperan gozar de la indulgencia limitándose a cumplir las acciones propuestas por la Iglesia se equivocan completamente". El Vaticano presentó hace diez días un manual de indulgencias, en que se invita a dejar de fumar, a orar con el Papa a través de la televisión y a hacer la señal de la cruz en público como una manera de "lograr indulgencias".

Hay cuatro condiciones para obtener indulgencias: confesarse, comulgar, rezar al Papa y tener el corazón puro. Lutero se indignó por la autorización del Papa para promocionar las indulgencias pagadas, con las que se financió la construcción de la basílica de San Pedro. "Se trata de un tema delicado, que suscitó incomprensiones históricas, que afectaron negativamente a la comunión entre los cristianos", reconoció ayer el Papa.