El Gobierno de Aragón acusa a Aznar de "descortesía"
El Gobierno de Aragón, presidido por el socialista Marcelino Iglesias, emitió ayer un duro comunicado contra el presidente del central, José María Aznar, al que califica de descortés por haber visitado el pasado lunes las obras del AVE en Ballobar (Huesca) sin informarle oficialmente de ello.En su nota, el Ejecutivo aragonés explica que sólo se enteró del desplazamiento de Aznar "por los medios de comunicación" -lo anunciaron la pasada semana- y lamenta "la carencia de la más mínima cortesía institucional por parte del Gobierno central y su presidente al no haber comunicado por los conductos oficiales dicha visita a una obra fundamental no sólo para Aragón, sino [también] para articular el conjunto del Estado". En el texto, leído por el vicepresidente aragonés, José Ángel Biel, en la rueda de prensa que sigue al Consejo de Gobierno, se indica que no es ésta la primera vez que se hace un feo al nuevo Ejecutivo del PSOE y el Par.
El ministro de Sanidad, José Manuel Romay Beccaría, acudió el día 20 de este mismo mes en Zaragoza al funeral por las víctimas del accidente de un autobús en La Muela sin que tampoco tuviera en cuenta a Iglesias, ya que únicamente se reunió con el delegado del Gobierno en la ciudad; la alcaldesa, Luisa Fernanda Rudi, y otros altos cargos del PP.
Tampoco el propio Aznar ha contestado a la petición de una entrevista que le cursó Iglesias a principios de agosto.
El Gobierno aragonés reiteró ayer su deseo de mantener relaciones fluidas con el central, pero insistió en que "no es razonable esta actitud de desprecio hacia los aragoneses y su presidente, quien, de acuerdo con el estatuto de autonomía, ostenta la suprema representación de Aragón y la ordinaria del Estado en la comunidad".
Aznar viajó el lunes a Barcelona, donde sí vio al presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, y realizó una parada de 25 minutos en la provincia de Huesca para ver las complejas obras del AVE en el túnel de las Hechiceras. Su paso fue tan raudo que ni escuchó las reclamaciones de un grupo de alcaldes que pedían los regadíos de Monegros II ni contestó a las preguntas de los periodistas.
