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El alcalde rebaja 500 pesetas el coste de la grúa y congela el resto de tasas

Antonio Jiménez Barca

El concejal de Hacienda, Pedro Bujidos, ya ha terminado la lista completa de impuestos y tasas municipales que regirá a partir de enero en la capital. Tal y como prometió el alcalde, José María Álvarez del Manzano, los principales impuestos del Ayuntamiento de Madrid, el de bienes inmuebles (IBI), el de actividades económicas (IAE) y el de vehículos de tracción mecánica, o subirán al ritmo del coste de la vida o se mantendrán igual. Asimismo, la tasa de la grúa, que ahora se sitúa en 14.500 pesetas, bajará 500 pesetas a partir del 1 de enero del 2000, fecha en que entrarán en vigor estas nuevas tarifas municipales.La promesa de disminuir el coste de la grúa llevaba en boca del concejal de Hacienda y del alcalde desde antes del verano. Pero nunca se adelantaba la cuantía de la rebaja. El edil responsable de las finanzas municipales esgrimía siempre la misma respuesta: "No se pueden dar cifras concretas porque todavía se están haciendo números".

Ahora mismo, la grúa madrileña es la segunda más cara de España, sólo superada por la tasa que se aplica en Barcelona, donde recuperar un coche cazado por los empleados del Ayuntamiento cuesta al infractor 14.870 pesetas. Pero no siempre ha sido así.

El Gobierno municipal de José María Álvarez del Manzano decidió en 1995 rebajar la tasa. Entonces, los madrileños pagaban más que nadie: 18.530 (la más cara de España). Desde aquel año se ha ido rebajando su coste hasta llegar a las 14.000 pesetas previstas para el año que viene.

El grupo municipal socialista, aunque favorable a la rebaja, criticó ayer que los precios de la tasa no vengan dictados por el coste del servicio, tal y como estipula la Ley de Haciendas Locales, sino por "motivos exclusivamente políticos y puramente electoralistas que no tienen nada que ver con la gestión de esta actividad", según dijo el concejal del PSOE Eugenio Morales, portavoz de tráfico de su grupo en el Ayuntamiento.

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Bonificaciones 'verdes'.

La compra de un coche con catalizador reduce hasta el 50% el impuesto de vehículos

Otro de los impuestos que se modificarán gracias a las bonificaciones es el de plusvalías. Actualmente, si un hijo que vive en el piso de sus padres lo hereda por fallecimiento de éstos debe abonar al Ayuntamiento un porcentaje que depende del valor catastral del inmueble. En casas de 20 millones, el tributo puede llegar a unas 200.000 pesetas. El Ayuntamiento eliminará este impuesto. A partir del próximo enero ningún heredero que reciba el piso de sus padres, siempre y cuando sea el único inmueble de que dispone, deberá pagar un duro.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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