Dos sectores del PP de Canarias se enfrentan por la secretaría general
Los dos sectores en que se divide el PP canario mantienen su intención de competir por el control del partido en el congreso del próximo fin de semana. Allí concurrirán con dos listas. José Manuel Soria, alcalde de Las Palmas, es el candidato de la dirección nacional. La alternativa se llama Antonio Medina, propuesto por Ignacio González, patrón histórico del PP en Tenerife. Soria y González estuvieron ayer en Madrid con Javier Arenas y confirmaron al secretario general del PP sus discrepancias, al parecer, imposibles de apaciguar.
Ignacio González hace tiempo que había solicitado una entrevista a Arenas. Y Arenas no quería negársela para no darle la ventaja de que el dirigente canario le reprochara en el futuro que no le recibía y para comprobar cuál era su posición de fuerza en las vísperas de un congreso que se presume fratricida. De González se dice en Tenerife que domina el PP como si fuera su dueño. Él lo gobernó durante años y luego le traspasó el poder a su hijo, Ignacio González, al que pretendía promover de nuevo a la secretaría general.El actual presidente del PP canario, José Manuel Soria, no quiere saber nada ni de los González ni de sus imposiciones. Soria tiene ya su candidato para la secretaría general con Guillermo Guigou, viceconsejero de Pesca del Gobierno autonómico, y al que los González echaron del Ayuntamiento de Tenerife cuando salió de concejal. Soria reafirmó ayer a Arenas que la permanencia de Guigou para él era irrenunciable porque es un dirigente joven, que no está implicado en la trama empresarial que ha manejado el PP de Tenerife tradicionalmente.
La cabeza política de Guigou es, sin embargo, mucho más que una exigencia para los González. En las conversaciones entre ambos bandos para intentar una lista de consenso e integración, como se les planteó desde la dirección nacional del PP, los González llegaron a admitir a Soria como presidente del partido, pero a cambio de tener manos libres para designar al secretario general. Fuentes de la dirección nacional del PP confesaron ayer, tras las entrevistas de Arenas, que las incógnitas en Canarias siguen sin despejarse.
El cabeza de lista de la candidatura de los González será finalmente Antonio Luis Medina, diputado nacional del PP por Las Palmas. A esta opción, desde Madrid se le concede poca representación: unos 100 de los 600 delegados con derecho a voto.
Ni Arenas ni el coordinador nacional de Organización del PP, Pío García Escudero, aceptan que estas divergencias, y otras registradas en otros cónclaves, puedan catalogarse como polémicas ni críticas sino como "una demostración de la democracia y la vitalidad interna" del partido. García Escudero replicó así al dirigente del PSOE Alfonso Perales, que había presumido que con estas crisis se empezaba a romper "la dictadura de Aznar". Y le reprochó a Joaquín Almunia, secretario general del PSOE, haber borrado de un plumazo "autoritario" el resultado del reciente congreso del Partido Socialista del País Valenciano.
García Escudero tampoco concedió validez a la acusación de manipulación del resultado del congreso regional del PP en Castilla-La Mancha, lanzada desde el sector del partido crítico con el refrendado presidente, Agustín Conde, ni al malestar expresado desde el anonimato por algunos de los dirigentes eliminados por éste de la nueva Ejecutiva.
La dirección nacional y regional del PP se remitió a los datos oficiales suministrados tras la convención, que facilitaban a Conde un apoyo del 83%. Los críticos mantienen que ese balance se alteró, pero no han presentado ninguna reclamación en regla. Al PP, según admitió García Escudero, sí ha llegado "el cotilleo" de muchos congresistas sobre que ese resultado no era bueno. Fuentes de la dirección nacional del PP reconocen también que muchos de los barones provinciales eliminados de la Ejecutiva están más que molestos con Conde porque presumen que el siguiente paso será desplazarles de sus puestos también en los congresos locales. La dirección del PP no admite que en sus congresos haya habido voto de castigo, ni siquiera en Extremadura, donde Juan Ignacio Barrero perdió adeptos incluso entre sus propios compromisarios. García Escudero sólo exigió ayer alguna explicación de su comportamiento a Luis Ramallo, expresidente regional del PP, que iba en la lista rival de Barrero.
Fraga y su sucesor
En Galicia, Manuel Fraga pareció atender ayer las sugerencias que le han llegado en los últimos días desde la dirección nacional y anunció que "probablemente" renunciará a su pretensión de designar un vicepresidente del PP gallego, informa Xosé Hermida. El presidente de la Xunta explicó que se está estudiando presentar en el congreso del próximo fin de semana una enmienda para retirar esa figura del organigrama del PP regional. Según Fraga, que se había resistido a seguir las indicaciones del secretario general, Javier Arenas, la vicepresidencia no es necesaria porque en el partido regional ya existen dos presidentes de honor: los ministros Mariano Rajoy y José Manuel Romay.
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