Un policía denuncía a la mujer brasileña que le acusó de violación
Valentín González, el policía que fue acusado, juzgado y absuelto de la violación de una mujer brasileña en una comisaría de Bilbao, ha presentado una querella contra la víctima por denuncia falsa. El agente quiere que el juez investigue las falsas acusaciones que se realizaron contra él y ha presentado como base de la querella la sentencia absolutoria de la Audiencia de Vizcaya. A Rita Margarete R., la mujer violada en la comisaria de Indautxu de Bilbao no se le ha notificado todavía la denuncia que fue aceptada a trámite hace mas de una semana. Los hechos se produjeron el 29 de agosto de 1995. Rita denunció haber sido violada en los calabozos de la comisaria por un policía de uniforme. Por este caso fueron juzgados en la Audiencia de Vizcaya Valentín González, acusado de ser el autor de la violación y sus compañeros en el Cuerpo Nacional de Policía: Jose Luis F.R. y Arturo S.P., como presuntos complices. Tras el juicio los tres agentes fueron absueltos, ya que según se relataba en la sentencia de 4 de junio de 1998, la mujer fue violada en la comisaria, el tribunal creyó su versión "en un 90%", pero no se consiguió probar durante la vista oral que los autores del delito fueran los tres policias juzgados. El contenido del fallo fue confirmado por el Tribunal Supremo el 23 de abril de 1999. Perjuicios sin reparación Ahora, Valentín González pide que se reabra la investigación, y recuerda en su querella que pasó mes y medio de prisión preventiva en la cárcel de Logroño, fue "acosado por instituciones públicas y privadas", y "tuvo que ver las paredes de las calles de su barrio forradas de pintadas y carteles contra su persona", según relató el abogado del agente. "Aunque no se renuncia a indemnización que puede producirse en ejecución de sentencia", el letrado insiste en que la intención del agente es que se aclaren las razones por la que fue acusado. Las sentencias de la Audiencia de Vizcaya y el Tribunal Supremo que absolvieron a los tres policías provocaron una avalancha de peticiones para que se tomarán medidas contra los agentes, ya que en la sentencia también se aseguraba que con su actitud estaban "protegiendo al verdadero agresor". Según se ha explicado repetidamente desde la Dirección General de Polícia, en el mismo momento de conocerse los hechos, es decir en agosto de 1995, se abrió un expediente disciplinario de carácter administrativo contra los tres agentes. Una vez que la sentencia fue firme, el expediente de Valentín González fue cerrado sin sanción, ya que los tribunales le declararon inocente del delito del que fue acusado. Sus dos compañeros José Luis F.R. y Arturo S.P. fueron suspendidos de empleo y sueldo el 27 de mayo ante "la alarma social" provocada. No obstante, y con el expediente sin cerrar, ambos se han incorporado en agosto a sus puestos en Bilbao y Córdoba.
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